Antes de anunciarse al mundo el restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, los líderes de ambos países sostuvieron una extensa conversación telefónica, que no excluyó bromas.

Según revela la agencia norteamericana The Associated Press, al comenzar la conversación, Barack Obama ocupó cerca de 15 minutos sin parar, por lo que al notarlo, se disculpó con Raúl Castro, quien sin problemas atinó a bromear: “No se preocupe, presidente. Usted todavía es un hombre joven y aún tiene tiempo de romper el récord de Fidel (Castro), que una vez habló durante siete horas seguidas“.

Acto seguido, fue el momento de hablar de Raúl Castro, quien dobló en tiempo a Obama, siendo 30 minutos seguidos. Producto de ello, Obama concluyó que “es un asunto de familia” hablar tanto para los Castro.

El viernes el presidente norteamericano expresó su convicción de que “el cambio llegará a Cuba” con la adopción en Washington de una nueva política hacia la isla, aunque adelantó que eso no ocurrirá rápidamente.