El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, entregó detalles de la chilena detenida en Barcelona, acusada de ser parte de una red de reclutadores para la organización yihadista Estado Islámico en el frente sirio-iraquí.

“Esta es una operación de la policía española que ha logrado detener a una célula de un grupo terrorista islámico, en donde hay una chilena que salió a los 16 años de Chile y que no ha vuelto al país”, sostuvo Aleuy.

“Lo más probable es que haya salido con sus padres”, explicó el personero de La Moneda. Más tarde fue ratificado que dicho viaje se produjo hace 9 años y no 11, como se había señalado en un inicio.

El gobierno ha evitado entregar mayores detalles, debido a que el juez que lleva adelante la investigación decretó que las diligencias sean secretas. No obstante, su identidad se habría filtrado desde el dossier que llegó al Ministerio del Interior.

El subsecretario Aleuy aseguró que la detenida puede acudir al consulado para pedir ayuda jurídica, si así lo estima conveniente.

“Las reglas internacionales demandan que cualquier ciudadano que esté fuera de su país, y que tenga un problema judicial, puede acudir al consulado correspondiente. Como ella está detenida, lo más probable es que sus padres lo hagan”, aseveró.

Cabe mencionar que cuatro mujeres, entre ellas una menor de edad y la ciudadana chilena, y tres hombres, fueron detenidos en Barcelona, en los enclaves españoles de Ceuta y Melilla y en la ciudad marroquí de Castillejos, a 2 kilómetros de Ceuta, según un comunicado del ministerio del Interior ibérico.

La policía informó que los investigadores lograron identificar hasta ahora a doce mujeres captadas a través de esta red, aunque no pudieron precisar cuántas de ellas fueron efectivamente enviadas a Siria e Irak.

Su perfil “es heterogéneo, si bien todas cumplen con una serie de patrones comunes que evidencian su vulnerabilidad, tales como juventud (incluso algunas menores de edad), bajas expectativas socio-laborales o usuarias de redes sociales sin supervisión“, agregaba la declaración.

Añade que las jóvenes reclutadas, principalmente en los enclaves norafricanos de Ceuta y Melilla, “fueron sometidas a un proceso de radicalización a través de las redes sociales, de cara a integrarlas en EI y enviarlas a la zona de conflicto”.

Asimismo, “las reclutadoras activas ahora detenidas ofrecían a las jóvenes una visión completamente falsa e idealizada de lo que sería la vida en lo que denominan Califato del Estado Islámico, bien como verdaderas ‘guerreras yihadistas’, bien como protagonistas de una vida sentimental perfecta al lado de un ‘muyahidin’”.