Varios funcionarios estadounidenses defendieron el rescate que costó la vida a un fotoperiodista norteamericano y a un profesor sudafricano, secuestrados por Al Qaeda en Yemen, y afirmaron que no tenían otra opción que lanzar la operación.

Los secuestrados, Luke Somers, un fotoperiodista de 33 años, y Pierre Korkie, un profesor sudafricano de 57, murieron el sábado a manos de sus captores cuando comandos estadounidenses irrumpieron en el escondite donde Al Qaeda los tenía retenidos.

La fallida operación se produjo luego de que el grupo estableciera un plazo de 72 horas para ejecutar a Somers, y solo un día antes de la liberación negociada de Korkie.

El presidente estadounidense, Barack Obama, quien calificó la muerte de los rehenes de “bárbaro asesinato”, dijo que había autorizado la operación ya que un video y otras fuentes de información “indicaban que la vida de Luke estaba en peligro inminente”.

“Estados Unidos no va a escatimar ningún esfuerzo para utilizar todas sus capacidades a nivel militar, de inteligencia y en el terreno diplomático para devolver a casa a salvo a ciudadanos estadounidenses, donde sea que estén”, señaló el mandatario.

Por su parte, el secretario de Defensa norteamericano Chuck Hagel dijo en un comunicado que la misión era “extremadamente peligrosa y complicada”. “Estas operaciones siempre presentan riesgos”, agregó.

Según un alto funcionario de Defensa estadounidense, había “indicios” de que el grupo Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA), la poderosa rama de la organización que opera en Yemen, “estaba preparándose para matar” a Somers.

“Se podía actuar tomando el riesgo, o dejar que la fecha límite pasara. Y nadie estaba dispuesto a hacer eso”, dijo el funcionario, quien acompañó a Hagel en su visita a Kabul.

En la fallida operación, 40 agentes estadounidenses bajaron de un helicóptero durante la noche a unos 10 kilómetros del lugar donde estaban retenidos Somers y Korkie, un escondite ubicado en Shabwa, en el sudeste del país.

Según Saná, diez presuntos combatientes de Al Qaida murieron en la operación y cuatro miembros de las fuerzas antiterroristas yemeníes resultaron heridos. Estados Unidos no registró bajas en sus filas.

Al Qaida, por su parte, aún no ha dado su versión de lo ocurrido.

No obstante, las circunstancias exactas de la muerte de los rehenes continuaban el domingo sin ser claras. Las autoridades yemeníes sostienen, como Washington, que los captores “dispararon contra los dos rehenes para liquidarlos”, tras descartar rendirse, según la alta comisión de seguridad en Saná.

Sudáfrica “profundamente entristecida”

Somers, quien trabajaba como fotógrafo independiente para varios medios, incluyendo la BBC, había sido secuestrado en Saná en septiembre de 2013, mientras que Korkie fue secuestrado junto a su mujer en mayo de ese año.

Tanto Korkie como su mujer, liberada a principios de 2014, trabajaban como profesores en Yemen desde hace 4 años.

Sudáfrica está “profundamente entristecida” por la muerte de Korkie, indicó este domingo el gobierno. Las autoridades sudafricanas precisaron que intentaban lograr desde 2013 la liberación del profesor.

Por su parte, la asociación caritativa musulmana Gift of the Givers negociaba hace más de un año la liberación de Korkie, que estaba programada para este domingo.

Para Mustafa Alani, especialista en Seguridad del centro de estudios Gulf Research Centre, con sede en Ginebra, la operación falló debido a la debilidad de la información de inteligencia recolectada por Estados Unidos sobre el lugar donde estaban los rehenes y sobre los movimientos de sus captores.

“Los estadounidenses tienen la capacidad de movilizar efectivos pero sus datos siguen siendo flojos”, explicó el experto.

Estados Unidos es el principal aliado de Yemen en la lucha contra Al Qaida, red activa en este país pobre sumido en la violencia y en una grave crisis política.