“Ninguna prueba que haga pensar en un homicidio” apareció en la nueva investigación abierta sobre la muerte del ciclista italiano Marco Pantani hace 10 años, explicó este viernes el fiscal de Rímini.

“Hasta ahora no ha surgido ningún elemento que haga pensar en un homicidio” en la investigación reabierta sobre la muerte del ‘Pirata’, el 14 de febrero de 2004 en Rímini, afirmó el fiscal Paolo Giovagnoli, ante las preguntas hechas por la prensa italiana.

La investigación, reabierta tras la presentación de un informe por parte del abogado de la familia Pantani, Antonio De Rensis, debería seguir durante al menos dos meses, explicó el fiscal.

El examen toxicológico debería permitir determinar si el ganador del Tour 1998 murió debido a un cocktail de medicamentos antidepresivos y cocaína.

Las pruebas realizadas diez años antes concluyeron que se trató de una sobredosis por cocaína.

Los nuevos análisis realizados por Franco Tagliaro, consultor del Tribunal de Rímini, concluyeron que fue “un consumo excesivo de antidepresivos”, posiblemente tomados “con una finalidad autosupresiva”, lo que abre la posibilidad de que Pantani se suicidara.

Para determinar la interacción de antidepresivos y cocaína, los análisis toxicológicos deben hacerse con las muestras tomadas del cuerpo del doble vencedor del Giro que se conservan en Módena desde hace diez años.

Dos investigaciones han sido reabiertas por la justicia italiana sobre el caso Pantani, que hace vibrar a todo el país.

La primera se refiere a la muerte del “Pirata” en el día de San Valentín de 2004, en una habitación de la residencia “Le Rose” en Rímini (en la costa adriática, al este de Italia).

La otra pista reexamina un eventual delito de “fraude deportivo” cuando el ciclista fue excluido del Giro que iba a ganar por revelar un hematocrito anormal, el 5 de junio de 1999 en Madonna di Campiglio, lo que marcó el comienzo del escándalo y la caída de Pantani.