Se acerca el verano y muchos optan por un calzado más liviano que permita sentir los pies más frescos. Es aquí cuando aparecen las tradicionales hawaianas, que muchos prefieren por su sencillez y comodidad.

Pero lamentablemente este aparente confort no va de la mano con la salud. Según señaló al diario electrónico Huffington Post, la especialista Jacqueline Sutera, médico experta podología y cirugía en Nueva York, las sandalias son consideradas un calzado de alto riesgo para nuestros pies, casi tanto como los tacos altos.

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Según explicó Sutera, la mayoría de las sandalias hawaianas son demasiado planas, delgadas y abiertas, añadiendo que esto expone a los pies directamente al medio ambiente y no proporciona soporte al arco o amortiguación.

Además, la correa que se encuentra entre los dedos de los pies también es peligrosa porque obliga a los músculos de los dedos del pie a un exceso de agarre. Además, cuando el dedo gordo cuelga, aumenta el riesgo de fracturas.

De hecho, advierten que el uso de estos zapatos puede causar inflamación, tendinitis, dolor en el talón, esguinces, fracturas y lesiones externas al pisar objetos contundentes.

Jordana Szpiro, cirujana y podóloga de Boston, coincide con esto señalando que este tipo de zapato “no tiene soporte para el arco y no da sostén estructural a los pies, por lo que puede aumentar el riesgo de fracturas. Y es que los pies sin soporte suficiente pueden estar muy tensos porque deben apoyar mucho peso”, explicó.

“La tendinitis es también es un problema común como resultado del uso de hawaianas, ya que al tratar de mantener el zapato al caminar, se producen tirones en los músculos en la parte superior e inferior de los pies”, agregó.

Szpiro recomienda usar sandalias cómodas que tengan más apoyo.