El ex presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso narró ante la Comisión de la Verdad que investiga los crímenes de la dictadura (1964-85) su exilio, detención y las torturas que presenció durante el régimen militar.

En el exterior “te sirven caviar, pero es amargo, porque el exilio es el exilio. Es amargo porque se vive la mayor parte del tiempo imaginando lo que está pasando en tu país y con la expectativa de que todo va a cambiar”, recordó Cardoso, citado en una nota de la comisión.

Sociólogo de 83 años de edad, el ex mandatario (1995-2002) recibió este miércoles en su residencia de Sao Paulo a tres integrantes de la comisión, a quienes relató cómo tras el golpe de 1964 salió de Brasil para escapar de una orden de prisión.

Tras un breve paso por Argentina y Chile, Cardoso retomó su labor como profesor en la Universidad de Paris en Nanterre, donde permaneció hasta 1968.

A su regreso al país en 1968, el que 27 años más tarde sería presidente de Brasil recuperó su trabajo como docente de la prestigiosa Universidad de Sao Paulo, aunque a los pocos días se le comunicó su “jubilación obligatoria”.

Fue entonces cuando, junto a otros intelectuales apartados de la institución, creo el Cebrap (Centro Brasileño de Análisis y Planificación), cuya sede fue atacada con una bomba por un grupo anticomunista.

Después de denunciar casos de torturas sufridas por sus compañeros, Cardoso fue llamado a declarar al temido Destacamento de Operaciones de Información (Doi) de Sao Paulo, donde se le preguntó por sus “conexiones con trotskistas argentinos y chilenos”.

Allí le retuvieron 24 horas encapuchado. “Amenazaron con torturarme, pero no fui torturado, pero allí vi tortura”, explicó Cardoso.

La dictadura brasileña es la menos investigada del Cono Sur y la única que no ha juzgado a los represores porque una ley de amnistía de 1979 lo impide.

La creación de la Comisión en 2014 por la presidenta Dilma Rousseff, una exguerrillera de 66 años que fue torturada y encarcelada por el régimen militar, es el mayor paso oficial que Brasil ha dado hasta el momento para esclarecer las violaciones de los derechos humanos.

La Comisión debe concluir sus trabajos con un informe final en diciembre, en el que podría figurar también la declaración del expresidente Luiz Inacio Lula Da Silva (2003-2010), perseguido en el período por sus actividades sindicales, y la de la propia Dilma Rousseff.

Cardoso es una prominente figura de la política brasileña. Hoy opositor, es uno de los fundadores del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).