Nueve ciudadanos bolivianos fueron condenados en Valparaíso por tráfico de 245 kilos de droga que internaban en una casa rodante hechiza, arriesgando penas que incluso pueden alcanzar los 15 años.

La investigación fue iniciada en 2012 por la Unidad Regional Antinarcóticos de la Fiscalía Regional luego de conocer la existencia de una organización estructurada y con proveedores en Bolivia que ingresaba droga a Chile por distintas rutas en vehículos especialmente acondicionados, según explicó el fiscal Ricardo Reinoso.

En abril de dicho año se logró identificar a los proveedores, quienes se organizaban para montar una operación en un sector de cabañas del litoral regional, momento en que se advirtió a todas las guardias fronterizas sobre la existencia de la banda.

Posteriormente, en octubre de 2012 una mujer fue detenida en el paso fronterizo de Jama portando 41 kilos de clorhidrato de cocaína y en marzo de 2013 se detuvo al resto de la organización en el Paso Los Libertadores. El cargamento incautado en dicha oportunidad, proveniente desde Bolivia, estaba compuesto de 116 kilos de marihuana, más de 38 kilos de clorhidrato de cocaína y cerca de 90 kilos de pasta base de cocaína, droga que viajaba en lo que se ha denominado una “narcocaravana”, al ser escoltada por automóviles que advertían sobre los controles existentes en pasos fronterizos.