Nuevos combates se produjeron el sábado en Donetsk, en el este de Ucrania, donde murieron seis soldados ucranianos, en vísperas de unas controvertidas elecciones organizadas por los separatistas prorrusos en la zona.

“En las últimas 24 horas, nuestras bajas ascienden a seis muertos y diez heridos”, dijo un portavoz militar ucraniano, Volodymyr Polyovy.

Uno de ellos falleció en el aeropuerto de Donetsk, uno de los focos en donde los combates no cesan desde que se instauró la tregua el 5 de septiembre, precisó.

Por su parte, la alcaldía de Donetsk, bastión de los separatistas, había dado cuenta el viernes de un civil muerto.

Según la ONU, el conflicto entre Kiev y los rebeldes prorrusos del este de Ucrania causó la muerte de 4.035 personas en más de seis meses, 300 de las cuales fallecieron en los últimos diez días.

Más de 930.000 personas huyeron de sus hogares en las regiones de Donetsk y Lugansk. Unos 442.000 son desplazados dentro de Ucrania y unos 488.000 se refugiaron en países vecinos, principalmente Rusia, agregó la ONU en un informe.

El cese de hostilidades acordado entre Kiev y los insurgentes de Donetsk y Lugansk el pasado 5 de septiembre ha logrado reducir la violencia, pero no detenerla.

Con la endeble tregua aún en pie, los separatistas prorrusos celebrarán el domingo sus propias elecciones en los territorios que controlan en el este de Ucrania, donde proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.

Kiev y los países occidentales se oponen a dichos comicios, aunque Rusia ha dicho que reconocerá los resultados.

La ONU estima que estas elecciones “constituyen un freno a las negociaciones de paz y tendrán un impacto negativo en la situación humanitaria en las zonas afectadas por el conflicto”.

Ucrania, Alemania y Francia pidieron a Rusia que no reconozca esas elecciones, indicó Kiev el viernes.

Los jefes de Estado subrayaron la necesidad de respetar los acuerdos de Minsk, firmados el pasado 5 de septiembre entre emisarios de Kiev y Moscú, representantes de las regiones separatistas ucranianas y responsables de la OSCE para instaurar un alto el fuego en la zona, aunque esa tregua es violada a diario por ambos bandos.

Los acuerdos también contemplaban dotar de mayor autonomía a los territorios secesionistas de Lugansk y Donetsk, premisa en la que se ha basado Moscú para afirmar que reconocerá los resultados de las elecciones del domingo.

Por último, el gobierno de Estados Unidos celebró el viernes el acuerdo alcanzado entre Ucrania y Rusia para resolver su largo conflicto sobre el suministro de gas ruso.

“El acuerdo es un paso positivo”, dijo la portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki, después de que el acuerdo bilateral fuera negociado con intermediación de la Unión Europea la noche del jueves en Bruselas y garantizara a Ucrania el suministro de gas ruso hasta marzo.

Dicho acuerdo “asegurará el gas a Ucrania, y en última instancia, al resto de Europa, durante del próximo invierno” boreal, recordó Psaki.