Un especialista de la ONU consideró “inadmisible” que Estados Unidos pretenda expulsar a miles de niños migrantes centroamericanos y calificó como una tragedia la situación de los menores que huyen de la pobreza y la violencia en la región.

“Es inadmisible que Estados Unidos se plantee la expulsión de 50.000 niños de su territorio porque implica que Estados Unidos no está reconociendo los derechos de esos niños”, dijo a título personal en una entrevista con la AFP el español Jorge Cardona, experto de la ONU.

“Cuando se ha entrado en el territorio de un Estado y se es niño, el Estado tiene la obligación de adoptar medidas de protección porque ese niño se encuentra en situación de vulnerabilidad. Ir a la frontera y devolverlo implica lanzarlo a las mafias”, añadió.

Cardona es uno de los 18 integrantes del comité de los derechos del niño de Naciones Unidas. Dicho comité es un Órgano de la Convención de los Derechos del Niño, firmado desde su creación hace 25 años por 194 Estados en todo el mundo. Sólo Sudán del Sur, Somalia y Estados Unidos no lo han ratificado.

Según Cardona, quien participa en Panamá en una conferencia organizada por Unicef, hay varias causas que provocan la migración de menores desde Centroamerica, pero “sin lugar a dudas” la pobreza y la violencia son dos de ellas.

“Es una tragedia y un fenómeno que se está viviendo en los últimos años y que se ha acelerado muchísimo por diversas causas”, ante las cuales “hay Estados en América Central que no están cumpliendo con sus obligaciones porque no están luchando suficientemente”, dijo Cardona.

Desde octubre, más de 66.000 niños sin compañía de adultos han sido interceptados en la frontera de Estados Unidos procedentes de México y Centroamérica, cifras récord.

El vicepresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Felipe González, denunció que Estados Unidos retrocede a viejas prácticas al mantener detenidos a esos niños y familias de inmigrantes indocumentados.

“El niño migrante, sobre todo cuando no va acompañado, se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad” que “es fácil de engañar y cae rápidamente en redes de mafia, tráfico de personas, prostitución o abuso sexual” a lo largo de su peregrinar por la región y México, manifestó Cardona.

La mayoría de los migrantes centroamericanos huyen de la violencia de Guatemala, El Salvador y Honduras, este último el país con la mayor tasa de homicidios del mundo, según la ONU.

Cardona consideró necesaria la cooperación internacional para combatir las mafias que trafican con los niños migrantes, las cuales son organizaciones “que se mueven fácilmente entre las fronteras” y ante las que un solo Estado “no puede actuar eficazmente”.