Hoy se cierra el sumario administrativo que determinará las sanciones a los involucrados en la presunta negligencia que afectó a once pacientes del Hospital San José de Melipilla, tres de los cuales fallecieron.

La madrugada del seis de agosto, estos pacientes fueron inyectados con insulina en vez de heparina. Los involucrados en esta situación, podrían recibir una amonestación por escrito, el descuento de un cinco a un cincuenta por ciento de sus remuneraciones o la destitución.

La primera auditoría realizada en el recinto, arrojó que cuatro funcionarios deberían ser sancionados, quienes tuvieron diez días para realizar sus alegatos. El Servicio de Salud Occidente se tomó otros 20 días para entregar una resolución, documento que hoy estará listo para ser enviado a Contraloría.

La defensa de la enfermera jefe que estaba a cargo, argumentó que existían sólo tres funcionarios para atender a treinta pacientes esa noche. Situación confirmada por Paola Pontini, presidenta del Colegio de Enfermeras.

Sin embrago, para Agustín Tapia, hijo de uno de los pacientes fallecidos, esa situación no exime de la responsabilidad a los funcionarios, por lo que espera que se apliquen las máximas sanciones para quienes, asegura, actuaron de manera negligente.

Cabe mencionar, que sólo la enfermera jefe podría recibir sanciones administrativas, porque era empleada “a contrata”. Los demás funcionarios que estaban presentes esa noche, no tenían una relación laboral formal con el Hospital.

Para el abogado de las familias de dos de los fallecidos y de tres de los afectados, Javier Ramírez, la justicia decretará las responsabilidades reales de los implicados, con la investigación penal del caso que lleva el fiscal Luis Carreño, de la Fiscalía Metropolitana Occidente.

La fiscalía está esperando el informe de las autopsias de los tres fallecidos para continuar con la formalización de los presuntos implicados en el hecho.