A horas de que se levante esta noche le veda de la merluza desde Coquimbo a Los Lagos, la flota industrial prepara en Talcahuano sus embarcaciones para salir a la captura de esta especie. En ese sentido, anunciaron que se implementaron tecnologías más avanzadas, que apuntan a la sustentabilidad de la pesca de arrastre.

La merluza, que es uno de los peces de mayor consumo entre las familias chilenas, estuvo en veda biológica durante todo septiembre, época en que se presenta su mayor actividad reproductiva.

Actualmente, su cuota de captura global es de 19 mil toneladas, de las cuales 7 mil corresponden a la pesca artesanales y el resto a la industrial.

En la zona sólo dos barcos se dedican a la extracción de esta pesquería, y en San Vicente terminaban su período de mantención este martes, lo que coincidió con una inspección del Sernapesca antes del inicio de la temporada.

El presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros, Luis Felipe Moncada, señaló que han asumido una serie de cambios para dar sustentabilidad a la pesca de fondo, pero está en la autoridad ejercer un control sobre las restricciones.

La pesca de merluza común en la actualidad se realiza con redes que poseen paneles de mallas cuadradas y rejillas para liberación de juveniles, lo que permite a la industria operar con gran selectividad.

De acuerdo a Jaime Quintana, capitán de la embaración Biomar IV, esto se adoptó tras estudios que impulsó la propia industria.

Otras innovaciones son la navegación con ayuda de radio y satélite para localizar los bancos de peces, y mejoras en la tecnología empleada en los buques, que incluso cuentan con programas que permiten ver en 3D una zona de pesca y el fondo marino, captar de qué especie se trata y determinar cuál es su tamaño mediante los colores que presenta su estómago.