Un hombre que decapitó la semana pasada a una compañera de trabajo tras enterarse de que había sido despedido fue acusado este martes por las autoridades de Estados Unidos de asesinato en primer grado y podría enfrentar la pena de muerte.

Alton Nolen, de 30 años, que había intentado convertir a sus colegas al islam, habló en árabe mientras degolló a la mujer con “un cuchillo grande de cocina”, explicó el fiscal del distrito del condado de Cleveland de Oklahoma, Greg Mashburn.

La fiscalía del Estado está valorando la posibilidad de pedir para el acusado la pena de muerte, mientras la Oficina Federal de Investigación (FBI) todavía debe decidir si presenta cargos de terrorismo contra Nolen.

“Evidentemente (el acusado) tenía algún tipo de obsesión con la decapitación”, dijo a la prensa el fiscal del distrito. “Al margen de esto, parece que se trata de un caso aislado”.

Los hechos ocurrieron el jueves pasado en la ciudad de Moore, que tiene menos de 60.000 habitantes, poco después de que Nolen fuera despedido de una distribuidora de alimentos.

Las autoridades aseguran que el hombre fue a su casa, tomó un cuchillo de cocina y regresó a la fábrica, donde se encontró con la víctima, Colleen Hufford.

Lee también: Hombre decapita a una compañera de trabajo tras ser despedido en EEUU

En el transcurso de los incidentes, Nolen también hirió a otro empleado antes de que uno de los jefes de la empresa, Mark Vaughan, que también es el sheriff (alguacil) adjunto de Moore, le disparara.

El fiscal del distrito dijo que Nolen, que hacía poco que se había convertido al islam, llevó a cabo la agresión tras ser despedido ese día después de una pelea racial.

“Desde mi punto de vista, hubo una altercado porque (a Nolen) no le gustan las personas blancas”, aseguró Mashburn.

La prensa local señaló que el acusado, que permanece ingresado en un hospital recuperándose de sus heridas, intentó convertir al islam a sus compañeros de trabajo.

Publicaciones atemorizantes en Facebook

El incidente ocurrió tras una serie de decapitaciones de rehenes de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia por combatientes yihadistas en Medio Oriente y Argelia, pero las autoridades estadounidenses no han encontrado ninguna relación de esas ejecuciones con el ataque de Nolen.

En su página de Facebook, el acusado cambió su nombre por el de Jah’Keem Yisrael y publicó fotografías de las torres del World Trade Center de Nueva York envueltas en humo y cenizas durante los atentados del 11 de septiembre de 2001.

“Los que murieron en pecado permanecerán en sus tumbas por lo que arderán en el infierno”, escribió el 17 de septiembre, en un mensaje que obtuvo cinco calificaciones de “me gusta”.

La Sociedad Islámica de Oklahoma City ha subrayado que “este acto injustificado no representa de modo alguno al islam”.

“Condenamos y estamos 100% en contra de este acto despiadado e innecesario cometido por el sospechoso. Esperamos que se haga justicia”, señalaron.

El gobernador de Texas Rick Perry, señalado por algunos como un probable candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en 2016, intervino en el caso sugiriendo que Nolen debería enfrentar cargos por terrorismo.

Lee también: Retiran foto de periodista decapitado de polémica publicidad en EEUU

El ataque en Moore llevó a las autoridades a revelar otro caso ocurrido en Oklahoma City casi diez días antes: Jacob Muriithi, un hombre oriundo de Kenia, amenazó con decapitar a una trabajadora de una residencia de ancianos con la que había tenido una discusión.

Muriithi fue detenido y enfrentaría cargos de terrorismo, aunque la mujer inicialmente pensó que la amenaza era una broma.

El hombre le dijo que “representaba al Estado Islámico (EI)” y le explicó que ese grupo “mata a cristianos cortándoles la cabeza”, según la versión del portavoz policial Dexter Nelson.

El hombre posteriormente preguntó a la mujer a qué hora salía de trabajar y “le dijo que la esperaría para cortarle la cabeza con una cuchilla y que lo colgaría en Facebook”, agregó el portavoz policial.