Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) estaban el lunes a sólo cinco kilómetros de la ciudad siria kurda de Ain al Arab, en la frontera con Turquía, a pesar de los continuos ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos.

En este contexto, Turquía podría sumarse a los ataques que lleva a cabo esta coalición internacional en Siria o Irak.

“Están a 5 km al sur y sudeste de Kobane (nombre kurdo de Ain al Arab), es la menor distancia alcanzada por el EI”, indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Más de 15 cohetes lanzado por los yihadistas contra el centro de la ciudad dejaron tres muertos, señaló el director del OSDH, una organización con sede en Gran Bretaña que se basa en informaciones de una amplia red de fuentes civiles, médicas y militares.

“Es el bombardeo más violento que ha tenido lugar contra esa ciudad”, agregó, precisando que también cayeron cohetes en la frontera turca, o sea al norte de Ain al Arab.

De lograr conquistar esta ciudad, los yihadistas controlarían una larga franja continua de territorio en la parte norte de Siria, a lo largo de la frontera turca.

En este contexto, el gobierno turco pedirá a más tardar este martes autorización al parlamento para llevar a cabo ataques militares en Siria e Irak, lo cual le permitiría sumarse a la coalición internacional liderada por Estados Unidos, indicó el presidente del parlamento.

Turquía se había negado a unirse a la coalición mientras docenas de sus ciudadanos –entre los cuales había diplomáticos y niños– eran cautivos del EI después de haber sido secuestrados en la ciudad de Mosul (norte de Irak).

Después de que fueron liberados, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que la posición turca había cambiado y que su país, que pertenece a la OTAN, no podía quedarse “fuera” de la coalición internacional contra el EI.

Nuevos ataques en el norte de Siria

Por su parte, el gobierno del presidente sirio Bashar al Asad afirmó que Damasco no iniciará conversaciones para poner fin a la guerra que lleva ya tres años y medio mientras los militantes islamistas estén arrasando el país.

Esta declaración acabó con las perspectivas de una reanudación de las conversaciones de paz en un futuro próximo pese a los esfuerzos del enviado de paz de la ONU, Staffan de Mistura, que fue nombrado en julio para volver a iniciar negociaciones.

Las potencias occidentales están intensificando la ayuda a la oposición siria que consideran “moderada”, a fin de poner más fuerza rebelde en el terreno para enfrentar a los yihadistas.

La coalición ha lanzado ataques contra los yihadistas en Siria desde hace casi una semana, con participación de aviones estadounidenses y árabes.

Según el comando estadounidense para Medio Oriente y Asia Central, la coalición llevó a cabo ocho ataques aéreos en Siria y tres en Irak.

El lunes, el OSDH señaló nuevos ataques durante la noche del domingo en dos provincias del norte, Raqa y Alepo.

Según el OSDH, al menos 211 yihadistas y 22 civiles murieron en Siria desde el comienzo de los bombardeos de la coalición hace una semana.

La coalición también lanzó ataques alrededor de la ciudad de Tal Abyad, en la frontera con Turquía, alcanzando a una escuela que era utilizada como cuartel general local de los militantes de EI, agregó el OSDH.

En Alepo, los ataques alcanzaron un molino administrado por civiles y silos de cereales afuera de la ciudad de Minbej, ocupada por el EI, dijo el Observatorio, agregando que se creía que allí había muerto civiles.

Hasta ahora, la coalición ha conseguido la adhesión de docenas de países, pero sólo un puñado de aliados árabes -Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Catar y Jordania- han participado en los ataques en territorio sirio.