El presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios de Gendarmería, Pedro Hernández, indicó tener fundadas sospechas que la bomba que explotó en el Barrio Yungay, donde murió Sergio Landskron, tenía como objetivo una sede de la entidad gremial. En el lugar encontraron panfletos con amenazas anarquistas.

El dirigente gremial, que representa a más de 8 mil gendarmes en todo el país, dijo que a los pocos minutos de la detonación en una casa cerca del lugar que utilizan como sede y centro de huéspedes de mujeres embarazadas y funcionarios de regiones, encontraron panfletos donde se los amenaza con acciones en su contra.

Pedro Hernández señaló que entre los funcionarios de Gendarmería hay preocupación porque claramente el grupo, que identifican como anarquista por sus consignas y por cómo está redactado el panfleto, los coloca a ellos como objetivos.

El panfleto dice: “Carceleros considérense siempre un blanco de nuestras acciones. No tienen ningún motivo para caminar y dormir tranquilos. Cualquier agresión a presos revolucionarios en guerra tendrá la inmediata respuesta de nuestra acción insurreccional. Fuego y pólvora al poder, toda forma de autoridad y dominación”.

El dirigente de Gendarmería indicó que se trata de una amenaza que pone en riesgo la vida de quienes laboran y transitan por el lugar, porque el grupo anarquista que lanzó el panfleto el mismo día que explotó la bomba les advierte que son blancos de ataque.

Fotocopia del panfleto

Fotocopia del panfleto