La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció el “deterioro” del derecho a la libertad de expresión en Venezuela luego de ataques del gobierno a medios de comunicación y periodistas, y el presunto bloqueo a un sitio web.

La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH expresó en un comunicado “su profunda preocupación por el deterioro del derecho a la libertad de expresión en Venezuela”.

En los últimos días el país suramericano ha visto “la continua estigmatización por parte de altos funcionarios públicos de medios de comunicación y periodistas críticos”, así como sanciones y despidos contra comunicadores y el presunto bloqueo del sitio web de un medio de comunicación”, según el organismo autónomo de la OEA.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro acusó la semana pasada a medios de prensa de “terrorismo psicológico” por divulgar noticias sobre presuntos fallecimientos productos del supuesto surgimiento de una “enfermedad desconocida” y reveló haber ordenado a la Fiscalía que inicie demandas contra los responsables.

La medida ocurrió días después del despido de una caricaturista crítica del gobierno y la interrupción de la señal de internet del canal colombiano NTN24, cuya señal televisiva fue sacada del aire por Maduro en febrero.

La caricaturista Rayma Suprani denunció haber sido despedida del diario venezolano El Universal horas después de publicar una viñeta, bajo el titulo “Salud en Venezuela”, en la cual deforma la firma del difunto presidente Hugo Chávez para transformarla en el electrocardiograma de un fallecido.

La CIDH instó a Venezuela a “apegarse a los más estrictos estándares internacionales en materia de libertad de expresión” y garantizar a los medios y periodistas ejercer la libertad de expresión “sin intervenciones indebidas”, así como el derecho al debido proceso.

El organismo, con sede en Washington, también pidió que se reestablezca el acceso a los portales web y llamó a evitar medidas directas o indirectas “para impedir la circulación de opiniones críticas o denuncias contra autoridades del gobierno”.

En un marco de crisis económica y tensión política en el país con las mayores reservas petroleras del mundo, varios grupos de comunicación de primera línea, han cambiado de manos durante el último año, incluyendo los diarios de mayor circulación y la cadena de televisión más crítica (Globovisión).

Los medios también además enfrentan una dramática escasez del papel de prensa, para cuya importación el gobierno autoriza las divisas, lo que ha provocado el cierre de algunos periódicos y la reducción de otros.