El Servicio Secreto estadounidense, encargado de proteger al presidente Barack Obama, regresa al banquillo de los acusados tras dos incidentes en la Casa Blanca, donde un hombre logró ingresar la noche del viernes armado con un cuchillo.

Las autoridades iniciaron una investigación sobre la seguridad en la Casa Blanca, conocida por ser uno de los lugares más seguros y resguardados del mundo.

Estos incidentes ocurrieron en momentos en que los servicios de seguridad están más movilizados, especialmente en Nueva York y Londres, debido al incremento de las tensiones internacionales.

Un hombre armado con un cuchillo y presentándose como un ex combatiente en Irak, saltó las vallas de la Casa Blanca la noche del viernes y, después de correr varios metros, logró ingresar al edificio antes de ser capturado.

Después de su arresto, Omar González, de 42 años y nacido en Texas, explicó que estaba “preocupado al ver a la atmósfera colapsar y quería transmitir esta información al presidente de Estados Unidos para que le hable a la gente”.

Tras el hecho, la sede presidencial fue evacuada brevemente, indicó el Servicio Secreto.

Un incidente “menor”

El sábado otro hombre fue arrestado por intentar ingresar al edificio con su vehículo luego de haber tratado de hacerlo a pie, en un nuevo incidente que fue calificado de relativamente “menor” en comparación con el primero, según el Servicio Secreto.

Según las autoridades, el presidente Obama y su familia se encontraban fuera de la Casa Blanca durante los incidentes, debido a que viajaron a pasar el fin de semana en Camp David.

La directora del Servicio Secreto, Julia Pierson, ordenó abrir una investigación el viernes para realizar un examen a profundidad de las instalaciones y entrevistar al personal, a la vez que se revisarán todos los procedimientos de seguridad.

El sábado un tribunal del distrito de Washington acusó a González por el delito de ingreso ilegal en posesión de un arma -un cuchillo con una hoja de 9 cm de largo según su declaración jurada- y se enfrenta a una pena de 10 años de prisión.

El Servicio Secreto había señalado inicialmente que González, quien fue trasladado al hospital George Washington para una evaluación médica, no estaba armado, pero luego se retractó.

“Aunque ayer en la noche (viernes) los agentes mostraron una gran detención y disciplina en este caso, el lugar del arresto de González no es aceptable”, declaró el Servicio Secreto.

Otros escándalos

Estos incidentes son particularmente vergonzosos para el Servicio Secreto, cuyos agentes ya han protagonizado otros escándalos.

En marzo, tres agentes que debían proteger a Obama en los Países Bajos fueron devueltos a Estados Unidos y despedidos por haberse emborrachado y salir de fiesta en Amsterdam en la víspera de la llegada del mandatario para varias cumbres internacionales.

Uno de los agentes fue “encontrado borracho en el vestíbulo de un hotel” en Amsterdam, dijeron las autoridades.

El Servicio Secreto también fue centro de la polémica en abril de 2002, cuando una docena de agentes se fueron de fiesta con prostitutas, durante la preparación de la llegada de Obama a Cartagena, Colombia, para la Cumbre de las Américas.

Según un reporte publicado en diciembre de 2013, el inspector general del departamento de Seguridad Interior -del cual depende el Servicio Secreto- estimó que el comportamiento de los agentes “no era generalizado” en el seno del Servicio Secreto.

Interrogado sobre la conducta de los agentes, el entonces portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, afirmó que Obama mantiene una “política de cero tolerancia en la materia”.