La empresa cervecera holandesa Heineken anunció este lunes que rechazó una oferta de compra de su competidora británica SABMiller, por un monto no precisado, ya que la familia fundadora prefirió mantener la independencia de la firma.

La oferta presentada por SABMiller tendría por objetivo proteger a ésta de una OPA del líder mundial de la cerveza, el grupo belgo-brasileño AB InBev, con la que se especula en el sector desde hace semanas.

AB InBev, SABMiller y Heineken son respectivamente el número uno, dos y tres del sector cervecero mundial.

Heineken indicó en un comunicado que consultó a su accionista principal, la familia Heineken, que decidió rechazar esta oferta no solicitada.

“La familia Heineken informó a SABMiller, Heineken y Heineken Holding N.V. de su intención de proteger la herencia e identidad de Heineken como compañía independiente”, indicó la cervecera holandesa.

SABMiller comercializa cervezas locales en todo el mundo y controla entre otras las marcas Peroni y Miller.

Heineken, además de su propia cerveza, comercializa la marca mexicana Dos Equis y la holandesa Amstel, además de otras.

La familia Heineken, heredera de quienes fundaron la empresa en el siglo XIX, posee una participación mayoritaria en Heineken Holding, a su vez mayoritario en el grupo epónimo.

“Sin la autorización de la familia, no puede ocurrir nada”, afirmó a la radio holandesa BNR Corné van Zeijl, analista del fondo holandés de gestión de activos Actiam.

Tom Muller, del banco de negocios Theodoor Gilissen, asegura a la angencia AFP que la familia Heineken no tiene motivos para vender su empresa: “Heineken es una hermosa compañía, lo bastante sólida como para hacer frente a la competencia en todo el mundo”.

“Los negocios van bien, y no hay razones urgentes para vender”, añade en declaraciones a la agencia, destacando que “la familia ya tiene mucho dinero y posee una buena empresa”.

¿Escapar de AB Inbev?

Según Van Zeijl, “la razón por la que SABMiller quiere comprar Heineken es probablemente que AB InBev querría hacerse con SABMiller”, en un mercado donde ha habido fusiones a porrillo en los últimos años.

Tony Cross, analista en Trustnet, señaló que “algunos están ahora preocupados de que AB InBev pueda hacer una oferta hostil” de adquisición de SABMiller.

Según el diario holandés Financieel Dagblad (FD), en la última década InBev adquirió numerosas marcas, como Corona y Budweiser, por 100.000 millones de dólares.

Con la compra de Heineken, SABMiller aumentaría su volumen de negocio en 20.000 millones de euros, y su presencia en mercados emergentes de África y Asia, destaca el FD.

En los últimos años, Heineken se ha desarrollado mucho en Asia, con la compra de la cervecera APB, que produce la Tiger, y también en México.

“Aunque no sea para protegerse de InBev, dicha oferta tiene sentido a nivel de mercado para rebajar los costes y aumentar los márgenes, por ejemplo”, argumenta Joost van Dijck, otro analista del banco de negocios Thedoor Gillissen.

De acuerdo con el diario Financieel Dagblad, Heineken está valorizado en 35.000 millones de euros, SABMiller en 70.000 millones y AB InBev en 140.000 millones.