Robert Plant descarta reunión de Led Zeppelin: “No se gana nada tocando solo cosas del pasado”

Leon Neal | AFP
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Frente a un guitarrista Jimmy Page que sigue retocando la herencia del mítico grupo Led Zeppelin, su ex compañero Robert Plant conjuga la música del presente con la aparición el lunes de su décimo álbum en solitario.

“No se gana nada tocando solo cosas del pasado”, dice por teléfono a la AFP el cantante de 66 años desde su Reino Unidos natal, donde regresó tras vivir en Estados Unidos.

Siempre muy blues pero aún razonablemente rock, y con influencias orientales, celtas e incluso electro, Robert Plant sigue labrándose su camino con “Lullaby and… The Ceaseless Roar”, su décimo álbum en solitario y el primero con composiciones originales desde “Mighty ReArranger” (2005).

Este álbum parece una respuesta a quienes piden una vuelta de los riffs de Led Zeppelin, en un momento en el que se publican álbumes del grupo remasterizados o enriquecidos bajo la batuta de Jimmy Page.

Plant desechó en mayo cualquier vuelta del grupo nacido en 1968 y cuya carrera se detuvo en 1980.

El cantante dice que su vuelta a Inglaterra le ha “estimulado”. “He podido comenzar a escribir en un ambiente donde era capaz de experimentar mucho más”, asegura.

Esta vuelta a las raíces le ha permitido reencontrarse con músicos con los que colaboraba antes de 2007 y con los que considera que tiene “mucho en común, con referencias al norte de África y a la escena de Bristol”.

El grupo con el que Robert Plant compuso este álbum, The Sensational Space Shifters, está compuesto por el guitarrista Justin Adams -que trabajó con tuaregs y con Peter Gabriel-, el teclista John Baggott -cercano a Massive Attack y Portishead-, un violinista gambiano, un bajista de rock y un batería formado en el jazz.

“Escribir con otros es delicado. Hay que estar seguro de respetar su trabajo y al mismo tiempo ser capaz de eliminar aquello que no funciona”, y nosotros conseguimos hacerlo, explica.

Aunque en su página web aparece sentado en un sofá, al ex Led Zeppelin aún no le ha llegado la hora de detenerse: “Si hubiera querido una foto en la que se mostrará el principio del fin, probablemente habría sido una en la que se mostrara en una silla de ruedas en un parque”, bromea, a la espera de volver a girar en otoño en Estados Unidos y Reino Unido.

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Frente a un guitarrista Jimmy Page que sigue retocando la herencia del mítico grupo Led Zeppelin, su ex compañero Robert Plant conjuga la música del presente con la aparición el lunes de su décimo álbum en solitario.

“No se gana nada tocando solo cosas del pasado”, dice por teléfono a la AFP el cantante de 66 años desde su Reino Unidos natal, donde regresó tras vivir en Estados Unidos.

Siempre muy blues pero aún razonablemente rock, y con influencias orientales, celtas e incluso electro, Robert Plant sigue labrándose su camino con “Lullaby and… The Ceaseless Roar”, su décimo álbum en solitario y el primero con composiciones originales desde “Mighty ReArranger” (2005).

Este álbum parece una respuesta a quienes piden una vuelta de los riffs de Led Zeppelin, en un momento en el que se publican álbumes del grupo remasterizados o enriquecidos bajo la batuta de Jimmy Page.

Plant desechó en mayo cualquier vuelta del grupo nacido en 1968 y cuya carrera se detuvo en 1980.

El cantante dice que su vuelta a Inglaterra le ha “estimulado”. “He podido comenzar a escribir en un ambiente donde era capaz de experimentar mucho más”, asegura.

Esta vuelta a las raíces le ha permitido reencontrarse con músicos con los que colaboraba antes de 2007 y con los que considera que tiene “mucho en común, con referencias al norte de África y a la escena de Bristol”.

El grupo con el que Robert Plant compuso este álbum, The Sensational Space Shifters, está compuesto por el guitarrista Justin Adams -que trabajó con tuaregs y con Peter Gabriel-, el teclista John Baggott -cercano a Massive Attack y Portishead-, un violinista gambiano, un bajista de rock y un batería formado en el jazz.

“Escribir con otros es delicado. Hay que estar seguro de respetar su trabajo y al mismo tiempo ser capaz de eliminar aquello que no funciona”, y nosotros conseguimos hacerlo, explica.

Aunque en su página web aparece sentado en un sofá, al ex Led Zeppelin aún no le ha llegado la hora de detenerse: “Si hubiera querido una foto en la que se mostrará el principio del fin, probablemente habría sido una en la que se mostrara en una silla de ruedas en un parque”, bromea, a la espera de volver a girar en otoño en Estados Unidos y Reino Unido.