¿Sabías que a la diva del cine de los años ’40, Hedy Lamarr, se le atribuye la invención del Wifi? La actriz no sólo sorprendió al mundo con su belleza sino que también hizo gala de una gran inteligencia, destacando como inventora e ingeniera en telecomunicaciones.

El ejemplo de esta artista sirve para profundizar en la imagen de la mujer de aquella época (y de varias), relegada a las labores del hogar, conseguir un buen marido con quien tener hijos y una bella casa. Es por eso que fue difícil creer -en los años 40- que una atractiva estrella realizara tal contribución al mundo de la tecnología y recién en 1998, le entregaran un premio para reconocer su trabajo.

Así como Hedy son muchas las mujeres precursoras de dejar atrás el falso estereotipo de que los inventos brillantes de la historia son trabajos casi exclusivos de los hombres. A continuación te dejamos una lista con algunas contribuciones del género a la humanidad publicadas en Women Inventors, de Jean F. Blashfield.

El limpiaparabrisas de Mary Anderson

El limpiaparabrisas fue inventado en 1903 por Mary Anderson, una desarrolladora de bienes raíces nacida en Alabama, quien durante unas vacaciones a Nueva York, observó cómo los conductores de los tranvías debían bajar los vidrios delanteros cuando caía agua nieve para poder ver mejor o incluso bajarse continuamente para limpiarlos.

Al volver a su ciudad natal, buscó un diagrama del dispositivo de barrido elemental para que crear algo de accionamiento manual que pudiera mantener un parabrisas claro. Éste consistía en un brazo que podía ser operado desde el interior del auto a través de una palanca que controlaba una hoja de goma en la parte exterior del parabrisas.

Anderson estuvo casi dos años tratando de decidir si registrar o no la patente, ya que recibía reiteradas advertencias sobre un posible riesgo de accidentes producto de su invento.

Sin embargo, optó por hacerlo sin ceñirse a la medida de la época que obligaba a las mujeres a registrar sus creaciones a nombre de sus maridos, padres o hermanos, y por ello no recibió el reconocimiento que merecía hasta mucho tiempo después.

Si bien Mary Anderson parece ser el personaje olvidado en la historia de los automóviles, es necesario destacar que su invento salió en todos los Ford a partir de 1908.

Bukk (CC)

Bukk (CC)

El periscopio de Sarah Mather

En 1845 la norteamericana Sarah Mather patentó el periscopio, un dispositivo que posibilitaba la observación de las profundidades del océanos a los buques de navegación.

Además permitía determinar la distancia y la posición de los objetos observados desde una posición oculta, que en este caso, era el submarino.

Años más tarde, en 1864, Mather mejoró el instrumento para lograr detectar buques de guerra.

El chaleco antibalas de Stephanie Kwolek

La doctora en química Stephanie Kwolek fue quien inventó el Kevlar, un material ligero, de alta resistencia, cinco veces más fuerte que el acero y componente imprescindible de los chalecos antibala.

Curiosamente la mujer creó el Kevlar de manera accidental cuando en 1966 trataba de perfeccionar la fibra para los neumáticos de los automóviles.

Chemical Heritage Foundation  (CC)

Chemical Heritage Foundation (CC)

Lavavajillas de Josephine Cochrane

La nieta de John Fitch, creador del barco de vapor, inventó una máquina para lavar platos en 1886, cansada de que sus sirvientes le rompieran piezas de la porcelana.

La máquina, de uso manual, utilizaba agua a alta presión, y combinaba una rueda, una caldera y una rejilla como las que todavía se utilizan para el secado de platos.

Post of Romania (CC)

Post of Romania (CC)

La sierra circular de Tabitha Babbitt

La tejedora Tabitha Babbitt creó el prototipo de una sierra circular luego de observar a un hombre en un aserradero que operaba una máquina con dos asas. Ésta requería que se tirara de ella hacia atrás y hacia adelante con gran esfuerzo.

La mujer, miembro de la comunidad Shaker en Harvard, Massachusetts, creyó que esto era una pérdida de tiempo y energía, por lo que en 1810 patentó la sierra circular, utilizada en la industria de los aserraderos.

 Radomil (CC)

Radomil (CC)

Las bolsas de papel de Margaret Knight

La mujer nació en York, Maine, en 1838. Fue a la escuela hasta los 12 años para luego entrar a trabajar en una fábrica de algodón. Mientras vivía en Springfield, Massachusetts, en 1868, creó una máquina que dobla y pega papeles, dando forma a las bolsas de papel.

Como Knight construyó un modelo de madera, debía cambiarlo por uno de hierro para solicitar una patente. En el taller de máquinas se encontraba Charles Annan, un hombre que le robó el diseño e intentó patentarlo. No obstante, la demanda que presentó Knight imposibilitó aquello y la mujer la obtuvo en 1871. El nombre de Knight está en el National Inventors Hall of Fame.

Margaret Knight

Margaret Knight

Bengalas de señales marítimas de Martha Coston

Quizá su nombre no te indique nada, pero seguro que su invento lo has visto en más de una oportunidad, ya sea en películas, series o la vida real. Patentado en 1859, hasta el día de hoy es utilizado en diversas embarcaciones de distintas latitudes del orbe. Hablamos de las bengalas de señales marítimas.

Con solo 16 años escapó con Benjamín Franklin Coston, casándose y tomando su apellido. Su pareja, un inventor por excelencia, antes de morir a temprana edad dejó estudios avanzados de química y pirotecnia. Luego de más de 10 años de intentos, y una complicada vida debido a la frágil situación financiera por la que atravesaba, Martha consigue dar con los resultados que deseaba y logra que su bengala contuviera diversos colores blanco, rojo y azul, los cuales permitía la comunicación entre embarcaciones durante la noche, era 1859.

Al año siguiente Coston consigue una patente en Estados Unidos y comienza la fabricación masiva de su invento que comenzó a comercializar. Pero llegaría el golpe de gracia. Tras una recomendación de un capitán de la Marina logra vender 300 bengalas a esta institución, recibiendo posteriormente un pedido de 6 mil dólares.

Su éxito en Estados Unidos le permitió dar el salto a Europa, donde consiguió patente en las principales potencias. Luego de 6 años vuelve a Estados Unidos, vendiendo su patente a la Marina a cambio de 20 mil dólares.

El sostén de Mary Phelps Jacob

A Mary Phelps Jacob se le atribuye esta invención que nosotras agradecemos hasta hoy: el sostén. Esto ocurrió en 1913, en Nueva York, cuando se dio cuenta que el corsé (única ropa interior para mujeres en aquella época) sobresalía del vestido que acaba de comprar para lucirlo en una fiesta.

Ante ello la mujer tomó dos pañuelos de seda y una cinta para crear lo que luego se convertiría en el actual sostén. Y así, el 3 de noviembre de 1914 obtuvo la patente por este destacado invento.

saturn (CC)

saturn (CC)

El corrector de Bette Nesmith Graham

Esta mecanógrafa es la inventora del corrector. Mientras trabajaba como secretaria en Dallas para poder mantener a su hijo Michael (músico e integrante del grupo “The Monkees”), la poca experiencia en mecanografía y taquigrafía la llevaban a cometer reiterados errores.

Como además Nesmith practicaba la pintura, estaba acostumbrada a usar tintas, por lo que creó un producto que permitía corregir sus fallos en mecanografía.

Finalmente, y luego de varios intentos en 1956, logró una sustancia blanca que se secaba rápidamente, cuya mezcla dejó en una botella para llevarla al trabajo.

Su creación fue un éxito y ante la alta demanda, en 1967 creó su propia compañía, la Liquid Paper Corporation, que en 1976 vendió 25 millones de botellas.

La maravilla desechable de Marion Donovan

Un avance significativo en el cuidado de los niños fue la aparición en 1961 de los pañales desechables. Su creadora, Marion Donovan, mujer estadounidense proveniente de una familia “giro sin tornillo”, creció en un taller de invenciones, lo que gatilló en su interés por la innovación y la fabricación de nuevos productos.

Con tres hijos a cuestas, la cantidad de pañales que debía lavar Donovan era considerable, por lo que probó en 1946 aplicando una cubierta de nylon en los pañales de tela, era el primer paso. Luego de años de intentos, en 1951 daría con el producto adecuado: un pañal desechable.

Pero había un problema, para la época era un tanto extraña la aparición de un producto así, por lo que por 10 años ninguna empresa creyó en su creación. Ello, hasta que un ingeniero de la empresa Procter & Gamble se cruzó en su camino, se interesó, compró la patente de Donovan y perfeccionó el pañal. Posteriormente crearía la marca que hasta el día de hoy conocemos y es una de las líderes mundiales en dicho rubro: Pampers.

Así como estas, hay muchas otras mujeres que se han destacado en áreas como la ciencia, la tecnología, la moda y mecánica, cuyos nombres permanecen alejados de los grandes reconocimientos (con excepciones como Marie Curie): Erna Schneider, Patricia Billings, Sally Fox, Patsy Sherman, Julia Newmar, Marion Donovan, Catherine Blodgett, Clatonia Joaquin Dorticus, Ruth Handler, Gertrude Elion, Elizabeth Lee Hazen y Rachel Fuller Brown, entre otras.