La embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, dijo en el Consejo de Seguridad este jueves que Rusia “debe cesar de mentir”, acusando a Moscú de fomentar la creciente inestabilidad en el este de Ucrania.
“Rusia debe cesar de mentir y debe cesar de alimentar este conflicto”, dijo Power en una sesión de emergencia del Consejo de 15 miembros para tratar el conflicto ucraniano.
Power mencionó una larga lista de indicios que demostraban, según ella, un involucramiento directo de las fuerzas rusas en los combates junto a los separatistas prorrusos, y afirmó que “frente a esta amenaza, no reaccionar costará muy caro”.
Aseguró que “Rusia hace oídos sordos” a las advertencias de los países occidentales a propósito de Ucrania. Power se preguntó “cómo decirle a otros países limítrofes de Rusia que su seguridad está garantizada”.
“La cuestión no es qué le podemos decir a los rusos, sino qué podemos hacer para que nos escuchen”, agregó.
El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, también denunció el “involucramiento militar directo de Rusia en apoyo de los separatistas”, y exigió a Moscú que “retire inmediatamente sus fuerzas militares y sus armas” del territorio ucraniano.
Según Lyall Grant, “las pruebas son irrefutables”. Hizo especial referencia a las fotos satelitales difundidas por la OTAN que muestran rampas lanzamisiles y el despliegue “desde hace varios meses” de miembros de fuerzas especiales rusas –las llamadas spetsnaz– para apoyar a los insurgentes en el este de Ucrania.
Por su parte, el embajador ruso, Vitali Churkin, acusó a Estados Unidos de haber enviado a Ucrania a “decenas de asesores” y a las Fuerzas Armadas ucranianas de “bombardear a civiles” en las zonas controladas por los separatistas.
“Mi mensaje a Washington es: dejen de inmiscuirse en los asuntos internos de países soberanos”, señaló.
La reunión de urgencia del Consejo fue convocada por Lituania. Kiev reclamó a los países occidentales ayuda militar “de envergadura” por la presencia de tropas rusas en el este separatista.
