Agosto se conoce como el mes de los gatos y tiene su razón de ser. Como te habíamos contado anteriormente, las gatas tienen un tipo de ciclo llamado “poliéstrico estacional”, lo que se traduce en que sus celos se presentan en una determinada época del año.

Esto se relaciona estrechamente con el grado de luz de la temporada, siendo el octavo mes del año cuando aumentan éstas.

Este ciclo en las hembras dura 15 días, periodo en el cual ellas pueden huir de sus hogares por horas o incluso semanas, siendo un comportamiento normal. Eso sí, si la gata no logra quedar preñada, su cuerpo inicia el celo otra vez hasta que la concepción ocurra.

Es por ello que se espera que durante este mes las gatas queden preñadas. No es fácil reconocer este cambio en las gatas, sin embargo, cuando sucede ellas podrían presentar náuseas, además de cambios de temperamento y apetito. Asimismo sus pezones se hincharán y se tornarán más rosados.

La gestación de los gatos dura 60 días, pudiendo variar cinco días más o cinco días menos, y ya en la segunda parte del proceso se notará más abultada su panza.

Una vez que se tenga la certeza de que la gata está preñada hay que tener ciertos cuidados para ayudarla a llevar de mejor manera esta etapa. Es por ello que se recomienda que tengan una alimentación rica en proteínas, además de tener siempre agua fresca a su disposición.

Muchas veces se les da alimento de gatos pequeños a las gatas preñadas y este se le continúa dando hasta que sus hijos coman por si mismos.

La marca especializada en alimentación y nutrición para mascotas, Hill’s, señala en su sitio web a los dueños que “no se sorprendan si al parecer su gata no come mucho alimento de una vez. Tiene el ‘estómago’ lleno de gatitos y probablemente prefiera comer varias veces al día en pequeñas porciones”.

Por lo general una gata puede tener desde uno a seis gatitos, siendo entre tres y cinco la cifra más común de crías.

Por otro lado, y si bien no es recurrente en las gatas, cuando ellas están preñadas se recomienda realizar ecografías. Según la médico veterinario Patricia Díaz, “no es algo que se solicite tan frecuente, pero es bueno llevar un control”, por ejemplo de cuántos gatos son, si vienen bien formados y su tamaño aproximado, para así saber qué esperar. Asimismo agregó que para hacer el diagnóstico de gestación debe tener al menos 21 días de preñez.

Cuando nuestra mascota comience con el trabajo de parto pasará por las siguientes fases:

Primero se mostrará inquieta y luego comenzará a buscar un lugar cómodo y protegido para tener a sus crías. Una vez que empiecen a nacer los gatitos los lamerá para incentivarlos a respirar.

Es común que la gata se coma la placenta, y de hecho te debes asegurar que la expulse por cada hijo que tenga. Si llegase a quedar una adentro es señal de alerta, puesto que puede desencadenar una infección.

Por el contrario, si la gata tiene muchas contracciones y pasan horas sin que nazca algún gatito es recomendable acudir a un veterinario para proceder a una eventual cesárea, por muy poco frecuente que sea.

Para los amantes de los gatos, si bien es una linda experiencia acompañar y cuidar a la mascota en el momento en que tienen crías, lo recomendable es esterilizarlos posteriormente, a modo de ser responsables con el entorno y también con los propios animales para que reciban los cuidados necesarios y fundamentales.