Hay quienes dicen que tener un amigo es como tener un hermano. Quienes tienen el privilegio de contar con una amistad inquebrantable, saben que pueden compartir sus locuras, aspiraciones y penas con la persona que están a su lado en momentos importantes de la vida.

En el ámbito de la ciencia, expertos afirman que compartimos más genes con amigos que con desconocidos, que somos más atractivos/as cuando estamos con un grupo de amigos o que con sólo nueve meses ya entendemos el concepto de amistad, según consignó el blog estadounidense The Huffington Post.

En el marco del Día de la Amistad, que se celebra cada 30 de julio, te dejamos con tres verdades científicas sobre las relaciones de amistad.

1. La amistad es buena para la salud.

Alégrate si eres una persona con muchos amigos, ya que según un estudio quienes tienen una amplia red de amistades tienen la tensión más baja, sufren menos estrés, tienen defensas más resistentes y viven más tiempo. Los amigos facilitan los buenos hábitos, ahuyentan la depresión, ayudan a superar enfermedades y producen satisfacción, placer y felicidad.

Según la profesora de psicología Julianne Holt – Lunstad, “los estudios muestran un aumento del 50% de probabilidades de vivir más si se posee una sólida red de relaciones sociales”.

2. Es fundamental que conozcas (y evites) las cosas que irritan a tus amigos.

Es importante que conozcas a tu amigo tal cual conoces a tu pareja, pues esto ayuda a que la relación entre ambos sea estable y fluida. Es fundamental que sepas qué le molesta y que identifique sus estados de ánimo, para que cuando se encuentre irritado sepas reaccionar ante el panorama.

La doctora Charity Friesen de la Universidad Wilfrid Laurier, en Canadá, luego de aplicar una encuesta a jóvenes universitarios concluyó que lo que más molestaba a las personas de sus amigos es el escepticismo, la credulidad, la timidez, el descaro, el perfeccionismo y la inconsciencia.

3. Los amigos hacen que nuestra empatía aumente.

Muchas veces utilizamos la frase “no te puedes poner en mi lugar”, refiriéndose a que no entendemos la situación por la que están atravesando ciertas personas, sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Virginia en Estados Unidos refutó esta situación, asegurando que la capacidad de ponerse en el lugar del otro es una de las características humanas que con los amigos se lleva al extremo.

Según los científicos, la capacidad de reacción que adoptamos cuando nuestros amigos están en peligro es muy parecida a la que se activa cuando una persona corre riesgo.

James Coan, psicólogo y director del estudio, asegura que “nuestros allegados se convierten en parte de nosotros, no en sentido poético o metafórico, sino real. Literalmente, nos sentimos amenazados cuando nuestros amigos están amenazados”, resume.

El profesional explicó que esta reacción se debe a que los humanos se asocian para avanzar: “si algo amenaza a un amigo, amenaza nuestros recursos y objetivos”, contó.