En los últimos días se han registrado diversos avisos de bomba en Santiago y Valparaíso, muchos de los cuales han resultado ser falsos. Pese a ello, cada alerta obliga a Carabineros a movilizarse para comprobar lo denunciado, lo cual a su vez provoca un importante gasto de recursos.

Cada aviso de bomba, aunque sea falso, cuesta a Carabineros alrededor de $3 millones, debido a que se requiere un amplio despliegue de efectivos del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) y policías de otras áreas para verificar el paquete sospechoso.

La última cifra oficial entregada por las autoridades indicaba que serían 26 los operativos anti bombas que se han efectuado en 2014, a los que se suman los tres falsos artefactos explosivos que movilizaron a la policía esta madrugada. Es decir, ya se habrían gastado más de 80 millones de pesos por el tema este año.

En 2013 fueron 255 los avisos de bomba a los que acudió Carabineros, algo similar al 2012 cuando fueron 243 operativos y a 2011, cuando fueron 239, según La Tercera.

Debido a la gran cantidad de falsos avisos de bomba que se han registrado las últimas jornadas, el Gobierno presentó cuatro querellas contra quienes resulten responsables, bajo el delito de desórdenes públicos.

Las acciones judiciales corresponden a los llamados efectuados por falsos artefactos explosivos el domingo 27 en las estaciones Trinidad y Vicente Valdés del Metro de Santiago, y el lunes 28 a la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés Bello y el Hospital Barros Luco.

Además, para analizar este tipo de situaciones es que la Comisión de Seguridad Ciudadana del Senado realizará una sesión especial el próximo lunes, cita a la que asistirán autoridades de los diversos poderes del Estado y las policías.