Lamentablemente los bombazos que han ocurrido en la región Metropolitana no son nuevos, al igual que las declaraciones de las policías y fiscales, quienes al paso del tiempo no han tenido éxito en las indagatorias, ya que las pruebas que han presentado contra los supuestos autores se han diluido durante los procesos judiciales.

Lo nuevo es el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien desde que llegó el 11 de marzo había demostrado su habilidad política, evitando usar su placa de sheriff, algo que tendrá que desempaquetar y comenzar a usar. De lo contrario su futuro se pondrá cuesta arriba.