¿Será finalmente posible materializar el compromiso de hacer de América Latina y el Caribe una región de paz, donde las guerras pasan a ser inaceptables como instrumento de solución de conflictos?

El panorama horrendo del Medio Oriente, de África y de Ucrania, tras la intervención de Estados Unidos, ¿podrá ser entendido como prueba de que la desunión, el fratricidio y el fanatismo, sólo sirven para debilitar a las naciones y entregarlas a la dominación extranjera?

Ojalá nuestro Chile consiga librarse de sus complejos y logre integrarse de veras en la fraternidad latinoamericana, buscando y encontrando soluciones inteligentes a los conflictos.

Hay que hacer una alianza de nuestra gente y el periodismo independiente. Para ser informados de veras, para tener opinión válida. Para ser libres.

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