Estados Unidos devolvió a Mongolia el jueves más de 18 esqueletos de dinosaurios y fósiles robados del desierto de Gobi y contrabandeados fuera del país, diciendo que eran tantos que podrían guarnecer un museo.

El operativo incluye esqueletos de dos tiranosaurios bataars -un primo del temible tiranosaurio rex- y dos oviraptores, conocidos al menos apócrifamente por comer huevos de otros dinosaurios.

La ceremonia de repatriación en Nueva York fue la cumbre de dos años de esfuerzos por devolver numerosos fósiles de dinosaurios ingresados de contrabando a Estados Unidos y otros países.

Algunos fueron ingresados ilegalmente a Estados Unidos con papeles aduaneros falsos, mientras otros fueron decomisados voluntariamente por un coleccionista británico.

“Una recuperación de esta clase es algo sin precedentes”, dijo el fiscal federal de Nueva York Preet Bharara en la ceremonia de entrega.

“Es una incautación suficientemente grande como para guarnecer un museo, que según entiendo está de hecho siendo construido en este momento en Mongolia. Nos honra poder devolverles estos fósiles al pueblo mongol”.

La ceremonia tuvo lugar más de un año después de que Estados Unidos entregara al gobierno mongol los primeros restos de un esqueleto Tiranosaurio de 70 millones de años.

El esqueleto casi completo había sido vendido en una subasta por más de un millón de dólares, antes de que las autoridades estadounidenses intervinieran a pedido de Mongolia.