El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, denunció el jueves en Pekín el “efecto desalentador” de la piratería en Internet para las empresas estadounidenses, tras dos días de reuniones de alto nivel con responsables chinos.

“Los casos de ciberrobo han perjudicado nuestro negocio y amenazan la competitividad de nuestra nación”, alertó Kerry duramente durante la sesión de clausura.

“La pérdida de la propiedad intelectual a través del ciberespionaje tiene un efecto desalentador en la innovación y en la inversión”, añadió el secretario de Estado.

Washington acusó en mayo a cinco militares chinos de piratear compañías estadounidenses.

Este era uno de los asuntos del sexto Diálogo Estratégico y Económico anual entre las dos potencias económicas mundiales.

China insiste también en que es una víctima de la piratería y acusa a Washington de hipocresía, en referencia a los programas de espionaje estadounidenses alrededor del mundo.

Las informaciones filtradas por el ex asesor de la agencia de inteligencia estadounidense NSA, Edward Snowden, apuntan a un espionaje generalizado de Estados Unidos en China.

El consejero de Estado chino Yang Jiechi dijo que la ciberseguridad era “una amenaza y un reto común para todos los países”.

“El ciberespecio no debería convertirse en una herramienta para dañar los intereses de otros países”, alertó Yang.

A pesar de las peticiones de Estados Unidos, Pekín no estaba de acuerdo en reanudar un grupo de trabajo sobre ciberseguridad suspendido después de estas acusaciones sin precedentes.