El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal entregó su mensaje al término de su 107ª Asamblea en Punta de Tralca, expresando que las iniciativas de ley relacionadas con los sistemas político, tributario, educacional, la familia y la vida, se “perciben como necesarias e incluso urgentes para caminar en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y fraterna”.

Los pastores manifestaron que se necesita “una clara preocupación por los pobres y excluidos que generan esperanzas en un Chile mejor”, y, al mismo tiempo, afirman que otras iniciativas “relacionadas con la familia y la vida, nos suscitan graves preocupaciones”.

Los obispos propusieron que estos temas sean convenientemente debatidos, “con una gran capacidad de escucha, y con el tiempo necesario para un auténtico diálogo con todas las instancias necesarias”.

“Es una invitación a lograr los cambios más urgentes por el bien común de la sociedad, respetando al mismo tiempo los grandes valores que están en la base de nuestra cultura e identidad chilena, de profunda inspiración cristiana”, subrayaron los pastores en su Mensaje.

Los obispos se refirieron también a los “dolorosos” episodios con el terremoto en Arica e Iquique y el incendio en Valparaíso. “Al mismo tiempo -agregaron- ha quedado de manifiesto que, por un lado, el país muestra índices macroeconómicos que son dignos de elogio en las esferas gubernamentales y organismos internacionales y, por otro, constatamos cómo aún millares de chilenos viven en la pobreza y en la indigencia”.

Por otro lado, dijeron que “el pueblo chileno valora la vida. Nos duele la muerte, cualquiera sea su causa. Por eso también la Iglesia católica, en el reciente pasado, defendió tenazmente los derechos humanos y apoyó la abolición de la pena de muerte en Chile, así como el cuidado histórico de la vida en situaciones de vulnerabilidad social hasta hoy. Son todos pasos de gran civilidad”.

“No quisiéramos -acotaron- que este patrimonio de civilización se viera obstaculizado por iniciativas legislativas que buscan introducir el aborto en Chile, en determinadas circunstancias. Conocemos dramáticas situaciones en la gestación de una nueva creatura humana y solidarizamos con el dolor de aquellas madres que, por desgracia, muchas veces deben asumir desamparadas su situación. Ella y su hijo son dos víctimas inocentes y de cuyo clamor debemos hacernos cargo. Pero sabemos que el aborto nunca será una solución para una mujer y su entorno, y también sabemos que un aborto selectivo abre las puertas para el aborto a todo evento. Introducir el aborto, sea cual sea la causa que la sustente, es un golpe al ‘alma de Chile’”.

Respecto a la reforma de la educación, la Conferencia aseveró que es “necesaria, porque la diferencia de calidad en la educación que reciben los jóvenes desde la infancia es inaceptable, más aún cuando depende de la situación económica de los padres”.

“Proponemos una reforma educacional que -en el contexto de una sociedad libre, democrática y plural- asegure la variedad de proyectos educativos y las concepciones del tipo de persona a formar, y salvaguarde el derecho de los padres a poder elegir la educación que quieren para sus hijos, y que no sea tarea única y exclusiva del Estado proveerla”, indican.

“La experiencia de Chile ha mostrado el beneficio que ha significado para el país y el bien común la educación como servicio público, impartida por la Iglesia Católica y otras instituciones que manifiestan un legítimo interés por el bien del país y los jóvenes”, manifestaron los obispos.