La Iglesia Católica de Argentina advirtió este viernes sobre la creciente agresividad que atraviesa la sociedad en la patria del papa Francisco, al sostener que está “enferma de violencia”.

“Constatamos con dolor y preocupación que la Argentina está enferma de violencia”, señaló el documento emitido por la Conferencia Episcopal que sesionó esta semana en Pilar (periferia norte).

El escrito sostiene que “son numerosas las formas de violencia que la sociedad padece a diario” y remarcó que “los hechos delictivos no solamente han aumentado en cantidad sino también en agresividad”.

El documento fue dado a conocer cuando los sondeos de opinión indican que la inseguridad es la primera preocupación de los argentinos y el tema ya se transformó en eje de campaña de precandidatos presidenciales hacia las elecciones de 2015.

La Iglesia destacó que los robos violentos y asesinatos generan en la población “enojo e indignación” pero advirtió también que “de ninguna manera justifican respuestas de venganza o de la mal llamada ‘justicia por mano propia’”.

La jerarquía católica, credo mayoritario en Argentina, alude así a una ola de intentos de linchamientos ocurridos en abril, contra supuestos ladrones, uno de los cuales derivó en la muerte a patadas de un joven, que presuntamente había robado una cartera y fue atacado por vecinos.

Los obispos llaman la atención además sobre “los medios de comunicaciones que no siempre informan con objetividad y respeto a la privacidad y el dolor”, en un país donde “con frecuencia se promueve una dialéctica que alienta las divisiones y la agresividad”.

En el documento, la Iglesia calificó de “cáncer social” a la corrupción “tanto pública como privada” y denunció que en Argentina impera “un estilo de vida caracterizado por la falta de respeto a la ley”.

Consultado sobre el documento, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, apuntó que la violencia “se manifiesta tanto en el destrato verbal, los insultos, la violencia doméstica, la violencia escolar y distintas situaciones a las que mucha veces nos hemos acostumbrado”.

El obispo pidió en tanto no estigmatizar a los pobres “que son víctimas de violencia, a ellos también les roban y a ellos también los asesinan”.

El Papa Francisco ha enviado en los últimos meses algunos mensajes desde el Vaticano expresando su preocupación por el aumento de la violencia en su Argentina natal, e incluso reveló que “sentía las patadas en el alma”, cuando en abril vio en los medios el linchamiento de un supuesto delincuente por parte de vecinos en la ciudad de Rosario.