Una enorme estatua de Juan Pablo II fue inaugurada este domingo en Santiago en una ceremonia para celebrar su canonización en el Vaticano. Su instalación había sido rechazada cinco años atrás, debido a su tamaño.

La plaza Juan Pablo II, ubicada en el barrio Bajos de Mena, uno de los más empobrecidos de la capital, recibió finalmente la estatua de bronce de 13 metros de altura (7,5 metros la figura y 6 la base).

Más de mil fieles llegaron hasta el lugar para celebrar la canonización del fallecido pontífice polaco y la de Juan XXIII, proclamadas por el el papa Francisco este domingo en el Vaticano.

“Ahora todo Chile conocerá Bajos de Mena por este parque que simboliza la inclusión social, la identidad, el diálogo y el inmenso compromiso por los más pobres”, dijo Germán Codina, alcalde de Puente Alto, antes de la instalación.

El acto fue encabezado por el cardenal de Santiago Ricardo Ezzati, bajo un agradable sol de otoño en el que los asistentes celebraron la canonización con pancartas, banderas y fotografías de Juan Pablo II, quien visitó Chile en 1987, siendo el último pontífice que estuvo en el país.

Polémica

La estatua arrastraba una polémica desde 2009, cuando el Consejo de Monumentos Nacionales rechazó su instalación en una plaza del barrio Bellavista de Santiago, donde convergen restaurantes y bares frecuentados por turistas y santiaguinos.

En esa oportunidad, el Consejo de Monumentos justificó su decisión afirmando que, debido a sus proporciones, no cumplía con los cánones urbanísticos, rompía con la armonía histórica del lugar, y no correspondía a la dignidad del fallecido Papa.

Finalmente la estatua no se instaló, pese a que unos 30.000 vecinos de Bellavista firmaron una carta para apoyar su levantamiento.

La Universidad de San Sebastián, que financió la construcción de la estatua, tuvo varios pedidos de municipios de otras comunas para quedarse con ella, pero finalmente fue donada al Arzobispado de Santiago, que decidió instalarla en Bajos de Mena.

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