La justicia boliviana declaró este miércoles en rebeldía a un fiscal que huyó en marzo a Brasil, donde obtuvo refugio temporal, y pidió su captura a la Interpol, a pesar de que la legación diplomática brasileña había dicho que “no se le puede detener”.

Al ahora ex fiscal Marcelo Soza, que estaba siendo enjuiciado por su actuación en el caso de la muerte de presuntos mercenarios acusados de planear un ataque contra el presidente Evo Morales, “se lo ha declarado rebelde”, dijo a la prensa el fiscal general, Ramiro Guerrero.

“Ni bien nos notifiquen con la orden judicial, iniciaremos los trámites para la ‘Notificación Roja’ ante la Interpol para que (…) aprehenda al ex fiscal Soza y se someta a la justicia boliviana”, agregó Guerrero.

Soza huyó a Brasil el 11 de marzo con un pedido de refugio, y una semana después la embajada de Brasil en La Paz afirmó: “Mientras esté en análisis el pedido (de refugio) no se le puede detener, no se le puede extraditar, la policía brasileña no puede aprehenderlo”.

Brasil le otorgó un visado de 180 días, lapso en el que su caso será evaluado por la Comisión Nacional de Refugiados (Conare).

Hasta mayo de 2013, Soza investigó al grupo liderado por el boliviano-croata Eduardo Rózsa Flores, abatido por la policía en 2009 y quien, según la imputación, tenía planeado atentar contra el presidente Morales.

Sobre Soza pesan tres procesos por presunta extorsión a implicados en el caso y por falta de idoneidad en sus funciones, especialmente desde la aparición de un video, cuya autenticidad se está investigando, donde afirma que el caso fue totalmente fraguado.

El ‘caso Rózsa’ se refiere a los supuestos planes que tenía su grupo de armar una milicia civil con el fin de emprender una guerra secesionista en la región de Santa Cruz (este), la más próspera de Bolivia, un plan que incluía atentar contra el actual presidente, según el gobierno.

La policía irrumpió en abril de 2009 en un hotel de Santa Cruz y abatió a Rózsa y a sus compañeros Michael Dwyer (irlandés) y Arpad Magyarosi (rumano-húngaro).

En el mismo operativo fueron arrestados Mario Francisco Tadic (boliviano-croata) y Elod Toasó (húngaro), actualmente detenidos de manera preventiva en La Paz.

A cinco años del caso, el asunto sigue en tribunales y sufre permanentes dilaciones tanto por la parte acusadora como por los imputados.