En el Sexto Tribunal Oral en Lo Penal de Santiago se iniciaron los alegatos de clausura de la defensa de los 8 funcionarios de Gendarmería acusados por cuasi delito de homicidio, por la muerte de 81 internos en el incendio ocurrido en la cárcel de San Miguel, en 2010.

Los argumentos presentados son un resumen de las evidencias respecto a que Gendarmería no pudo evitar la tragedia, debido a que el incendio comenzó a eso de las 5:30 horas; que fue de corto aliento; rápida combustión y que alcanzó su mayor temperatura en cinco minutos, según los peritajes presentados en 8 meses de juicio oral.

Si bien esta hipótesis contrasta con la de la Fiscalía, que sitúa el siniestro a las 5:00 horas, siendo el incendio de largo aliento lo que habría dado un margen de acción para que intervinieran los acusados, la discusión se centró en el contexto de la tragedia.

La defensa indica que la riña previa que se desencadenó y la ingesta de alcohol no eran un indicador de alarma para los funcionarios, ya que es una situación habitual en los recintos penitenciarios, según explicó el defensor penal público, Juan Pablo Gómez.

Además, el abogado explicó que si no se presentaron más pruebas, como las 4 mil otorgadas por la Fiscalía, fue porque se trabajó con la evidencia del propio persecutor que capitalizaron a su favor.

El fiscal regional sur Raúl Guzmán, insistió en el planteamiento de la clara responsabilidad que le cabe a Gendarmería, ya que no había excusas para no actuar a tiempo.

Se estima que la próxima semana podría estar el veredicto por la muerte de los 81 presos de cárcel de San Miguel, una vez que que finalicen los alegatos de las partes.