Conversamos con Pamela Letelier Saavedras, sobrina de un fusilado en Calama en 1973, sobre la seguidilla de errores, neglicencias y falta de información que llevó a confirmación de que los restos entregados a la familia en 1995, no corresponden a los de su tío.

José Saavedra González fue uno de los 26 fusilados en el paso de la comitiva militar por Calama en 1973. Sus restos fueron inhumados en una fosa común y en 1978 retirados con una retroexcavadora. Sus restos fueron entregados en 1995 a la familia, que luego de el escándalo del 2001 en los errores de identificación de osamentas en el patio 29, pidió nuevos peritajes.

La familia de José Saavedra fue notificada la semana pasada por el ministro en visita Leopoldo Llanos del resultado de los nuevos peritajes realizados en Austria. Lo grave es que se les informó que los testos de un pie que iban en la urna original poseían falanges correspondientes a una mano, que fueron unidas con pegamento. Es decir, hay una presunta manipulación de los restos en 1995.