Extrañeza y preocupación en el mundo científico y público ha generado la muerte de cientos de aves, en las cercanías del control aduanero de Quillagua, ubicado al sur de Iquique, límite entre las regiones de Tarapacá y Antofagasta.

Se trata de Gaviotas Garuma, las que desorientadas se posan en el asfalto de la Ruta 5 Norte, y no responden a los bocinazos de los conductores, que terminan por arrollarlas en el lugar, informó La Estrella de Iquique, citando a funcionarios de Aduanas y Carabineros.

Por tal razón, se dio aviso al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), para tomar alguna acción correspondiente a evitar las muertes que ocurren hace ya dos semanas, explicando éstos que se debía a la migración de las aves, las que se adentran unos 200 kilómetros para poner huevos. En el trayecto el cansancio las obliga a descender, produciéndose la muerte.

Pedimos que alguien intervenga, porque hay mucha mortandad de estas aves“, solicitó Rodrigo Durán, funcionario de Aduanas.

Según datos del SAG, sólo el viernes pasado se hallaron 25 aves muertas, en una distancia de 48 kilómetros al norte de Quillagua, así como otras 55 vivas, 53 de las cuales eran volantones, aquellas que recién están aprendiendo a volar.

“Extraño”

El ecólogo de la Universidad de Antofagasta, Leonardo Campos, comentó que “lo extraño” es que “estas aves en la temporada estival, viajan de la costa al desierto, en las zonas de nidificación, por lo que las muertes pueden deberse a contaminación del lugar donde se alimentan, u otras causas que hay que investigar”.

Por su parte, Alejandra Acevedo, licenciada en Ciencias Biológicas de la Universidad Arturo Prat, no escondió la extrañeza al tema, ya que dijo, generalmente los casos se dan en el borde costero y no al interior, por lo que afirmó que es necesario ir en terreno a indagar en el fenómeno.

Consultado, el director regional del SAG, Fernando Chifelle, indicó que recién el viernes recibieron una notificación, por lo que envió a un equipo a estudiar la situación. Asimismo, explicó que estas aves acostumbran anidar no más al sur del Río Loa -cercano al control aduanero- y que se han reportado hechos similares de Victoria a Quillagua.

“Algo raro está sucediendo”, concluyó Chifelle.