Paralelo a las investigaciones administrativas y judiciales que enfrenta Endesa por su termoeléctrica Bocamina, en la comuna de Coronel, el Estudio de Impacto para la optimización de la segunda unidad de la planta sigue su trámite en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).

De los organismos que ya han informado sobre el proyecto, sometido al proceso ante el SEA luego de que fuera construido e iniciadas sus operaciones el año pasado, algunos se han manifestado conformes, mientras otros -como la Gobernación Marítima de Talcahuano- han expresado observaciones.

El informe de Manuel Cofré, gobernador marítimo, subraya varios aspectos del proyecto, cuestionando puntualmente la descarga de riles y el ducto que devuelve el agua al mar tras el proceso de enfriamiento.

Sobre el primer punto, el ente califica de insuficiente los antecedentes aportados por Endesa para determinar los potenciales efectos sobre el medio ambiente marino, al no caracterizar adecuadamente los riles a descargar.

En cuanto al lugar donde serán evacuados los efluentes, el gobernador Cofré demanda que Endesa fundamente por qué opta por un canal abierto que descarga en la orilla de playa y no un ducto a una distancia de 30 metros desde la costa, como se indicaba en la Resolución de Calificación Ambiental que aprobó Bocamina II el año 2007.