Un informe preparado por Greenpeace reveló que la ropa de numerosas marcas que se venden en países de América Latina y parte de Europa contienen tóxicos dañinos que podrían ser perjudiciales para la salud.

La ONG ambientalista analizó más de 80 prendas destinadas a la venta para niños y niñas, que incluían desde poleras o trajes de baño hasta zapatos de marcas mundialmente reconocidas, como Adidas, American Apparel, Burberry, C&A, Disney, H&M, Nike, Puma, entre otras, según consignó Emol.

Según detalló el análisis, las prendas mostraron la presencia de un 61% de nonilfenol, un compuesto utilizado para pesticidas, resinas y detergentes, que perjudican el sistema hormonal.

Otro de los químicos encontrados fue el ftalatos, que estaba presente en un 94%, este compuesto afecta directamente el desarrollo reproductivo de los humanos y otras especies mamíferas, según explicó Ann Lee, quien es responsable de la campaña de Greenpeace en Asia Oriental.

Aunque el contacto con estos químicos es peligroso, por el momento no se conoce cuál podría ser la consecuencia para un niño que utilice la ropa, dijo Lee.

Los productos se compraron los meses de mayo y junio del 2013 en las tiendas oficiales de cada marca y fueron fabricadas en una docena de países distintos.

Una tercera parte de la ropa fue fabricada en China, y es ahí donde Greenpeace cree que hay que terminar con el problema. “Hay que atacarlo de raíz”, declaró Lee.

La ONG hizo un llamado a las distintas marcas a “llevar a cero” la presencia de los tóxicos en sus prendas para el año 2020.

Debido a la presión popular al rededor de 18 marcas internacionales han manifestado una avance, según informes de Greenpeace.

Greenpeace ofrece nuevas medidas al Gobierno chino, como crear una lista con los compuestos químicos que no pueden utilizarse o llamar a las fábricas para que publiquen material de este tipo.

“Los padres que quieren comprar a sus hijos vestimentas sin productos químicos peligrosos enfrentan una verdadera pesadilla”, afirmó Chih An Lee.

No es la primera vez que Greenpeace acusa a grandes fabricantes de ropa. En los dos últimos años, publicó varios estudios que mostraron la presencia de sustancias químicas que podrían provocar cáncer y desórdenes hormonales en productos de marcas como Zara, Calvin Klein, Levi’s y Li Ning.