12 semanas y media faltan para que el Presidente Sebastian Piñera entregue la banda presidencial a su sucesora y Los ministros que componen el gabinete comienzan a realizar balances, análisis y a “rematar” las últimas actividades que tienen en sus calendarios de gestión.

Pero existe uno que por estos días ha vivido jornadas negras. Se trata del ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, a quien desde el lunes se le ha tornado muy complejo su trabajo en el Congreso Nacional.

Primero ha sentido los portazos, como nunca, de la oposición en cuanto a los proyectos de ley que se tramitan en el Congreso. La razón, sus declaraciones entregadas al diario La Tercera, donde responsabilizó al programa económico de la candidata Michelle Bachelet por la baja en el crecimiento del país, que en octubre llegó al 2.8%.

Esto generó la molestia de diputados y senadores del pacto Nueva Mayoría, quienes le han hecho ver en los pasillos del Congreso el enojo que existe. Además han puesto cuesta arriba el trabajo legislativo que realiza, en especial con la finalidad de sacar adelante proyectos de ley, como las iniciativas que forman parte de la agenda antidelincuencia. Incluso el miércoles el Ministro le puso discusión inmediata a 5 proyectos de ley, recibiendo acusaciones como la del senador (DC) Eduardo Frei, de estar abusando del mecanismo, por sobre la discusión y votación democrática del poder Legislativo.

Otro dato es el cero avance de sus gestiones para lograra consensos con todos los sectores en el nombramiento del integrante de la Corte Suprema, lo cual es otro conflicto complejo que está en desarrollo.

Pero a la llamada “semana negra” de Larroulet también se suma las “complejas” relaciones que ha tenido con varios diputados y senadores de la Unión Demócrata Independiente, quienes dicen estar molestos con el manejo de la agenda política que lidera.

Es así que tras la votación que se llevó acabo el miércoles, del voto de los chilenos en el extranjero, donde la UDI sufrió una aplastante derrota, y la discusión del proyecto que reforma el binominal, hubo duros emplazamientos y cuestionamientos a Cristian Larroulet.

El primero de ellos vino del senador (UDI) Juan Antonio Coloma, quien públicamente cuestionó la agenda política que ha tenido la administración de Piñera, en particular en reformas vinculadas al área, dejando un claro espacio en sus críticas hacia el Ministro. Además se sumaron otros parlamentarios gremialistas que en privado repitieron los dichos de Coloma.

Malas relaciones que para muchos en los pasillos del Congreso quedaron a la vista el martes, cuando se votó el proyecto que impulsa con urgencia La Moneda y que dicta relación con la educación, como lo es la Subvención Escolar Preferencial (SEP) la cual fue rechazada por 56 votos en contra y 46 a favor. El problema de esa jornada fue que 9 diputados de la UDI no llegaron a la sala a votar, lo que podría haber revertido el resultado.

Pese a esto y a la “cruz” que han hecho varios integrantes de la UDI hacia su figura, siendo cercano a ese partido, el apoyo más importante lo ha tenido por estos días desde Renovación Nacional.

Por ahora los ministros del Interior, Andrés Chadwick y la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, se han transformado en los colaboradores en gestión política de Larroulet, a la espera que se apacigüen los ánimos en la Alianza.

LA MONEDA ANALIZA QUEJA DIPLOMÁTICA CONTRA LA CEPAL

Molestos están en La Moneda con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quienes esta semana aseguraron que la entidad internacional no tienen ninguna evidencia que los anuncios en reformas económicos que buscaría impulsar la candidata Bachelet, tengan una relación con la merma en el crecimiento de Chile.

Esto generó de inmediato un análisis interno en el Gobierno ya que aseguraron altas fuentes consultadas por Radio Bío Bío, que las declaraciones de la secretaria ejecutiva del órgano multilateral, Alicia Bárcena, no corresponden desde ningún punto de vista e incluso señalaron que por estatutos, la CEPAL no puede ni debe inmiscuirse en la discusión política interna de un país miembro, como dictamina la ONU.

Las mismas fuentes de Gobierno señalaron que Bárcena, cometió un error al hablar de que “los cambios al sistema tributario no sólo no afectaría la economía, sino que pueden ser un hecho muy positivo” lo cual indicaron en Palacio, puede verse como un gesto directo a Bachelet.

Razón por la cual se pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores que evalúe formalizar dentro de las próximas semanas una queja diplomática a la Organización de Naciones Unidad, para lo cual se incluirían reproducciones de los comentarios hechos por la representante de la CEPAL.