Da la impresión de que, tras las revelaciones de WikiLeaks y de Edward Snowden, Estados Unidos está cambiando de estrategia sobre su programa de espionaje a nivel mundial. Ahora ya no trata de ocultarlo ni de disculparse por él, sino que lo admite y más aún: fanfarronea sobre sus intenciones.

Así quedó claro tras el lanzamiento el jueves pasado de un cohete con un grupo de satélites de vigilancia de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de EEUU), que de secreto tuvo muy poco, ya que la misma agencia se encargó de difundir en vivo a través de Twitter la operación.

“¿Listos para el lanzamiento? Un (cohete) Atlas 5 despegará pasadas las 23 horas llevando una carga confidencial de la NRO (Oficina Nacional de Reconocimiento) además de una docena de satélites”, afirmó el director de la Oficina Nacional de Inteligencia, James Clapper, mediante su cuenta oficial en Twitter, compartiendo incluso fotografías del evento.

Sin embargo lo que realmente sorprendió tanto a los usuarios como a los medios, fue que el tradicional logo con que se acompaña cada misión espacial parecía sacado de una comedia de espías: un pulpo con sus tentáculos envolviendo al mundo, bajo la amenazante frase “Nada está fuera de nuestro alcance”.

“(La misión) NROL-39 está representada por el pulpo, una creatura versátil, adaptable y altamente inteligente. De la misma forma, podemos alcanzar a los enemigos de los Estados Unidos sin importar el lugar donde se escondan. ‘Nada está fuera de nuestro alcance’ define esta misión y el valor que representa para nuestro país y los soldados a los que apoya, quienes sirven valientemente en todo el mundo, protegiendo a nuestra nación”, indicó al respecto la portavoz de la NRO, Karen Furgerson.

La falta de tino de la agencia de espionaje fue cuestionada por medios como Forbes, los cuales no sólo calificaron el episodio como una situación digna de “Los Simpsons”, sino que se manifestaron sorprendidos del resultado para una agencia que maneja un presupuesto de 10.300 millones de dólares.

“Puede que el logo sea adecuado para una carga de satélites espía, pero podrían haber intentado hacer algo más amigable, como un cariñosito abrazando el mundo, en vez de un kraken terrorífico”, sentenció irónicamente.