Las 21 naciones del Foro Asia Pacífico (APEC) empezaron este lunes dos días de reuniones en Bali con la preocupación por las consecuencias que tendrá para la economía mundial la parálisis de la administración estadounidense.

El presidente Barack Obama es el gran ausente de este encuentro que reúne a algunas de las economías más dinámicas del planeta, con China al frente además de Chile, México y Perú por parte latinoamericana.

La ausencia del presidente Obama, la segunda consecutiva en este foro, preocupa a los aliados de Estados Unidos en un momento en que China no esconde sus ambiciones de potencia y Washington trata de sacar adelante un ambicioso acuerdo comercial entre 12 de los países de la región, el Acuerdo de Asociación Transpacífico.

El presidente de la segunda economía mundial, Xi Jinping, tiene prevista una intervención en la APEC con el epígrafe: “China en transición: ¿Qué puede esperar Asia Pacífico?”

“Un crecimiento sostenido y sano de China inyectará nuevo impulso a la recuperación económica mundial y contribuirá al desarrollo y la prosperidad de la región Asia-Pacífico”, declaró Xi en una entrevista al diario The Jakarta Post este lunes.

Todos esperan crecer a la sombra del motor de la economía mundial, pero algunos miran con preocupación las reclamaciones territoriales de Pekín en la región y esperan que Estados Unidos siga manteniendo su papel de garante de la paz en Asia.

Lo que no está tan claro es que la gran potencia pueda seguir haciéndolo en este momento, en que la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos sobre el presupuesto ha llevado a la parálisis parcial de la administración, lo que puede acarrear la suspensión del pago de la deuda con las imprevisibles consecuencias que ello tendría para la recuperación de la economía mundial.

Debilidad del crecimiento

“El crecimiento mundial es demasiado débil, los riesgos siguen con tendencia a la baja y las perspectivas económicas sugieren que el crecimiento se va a ralentizar y será menos equilibrado de lo deseado”, advirtieron los ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio de la APEC, reunidos la semana pasada en Bali.

Pese al optimismo que parecen exudar muchos empresarios e intelectuales que participan en los encuentros paralelos al foro sobre el futuro económico de la región, los países emergentes de la APEC y las economías en desarrollo se han visto afectadas por la caída de la demanda mundial.

Malasia y Filipinas registraron una fuerte caída de las exportaciones este año, mientras que en Tailandia, tras un fuerte crecimiento del 19,8%, el aumento se redujo al 2,7% en el segundo trimestre del año. En China, las exportaciones solo contribuyeron a un modesto 1,3% del total del crecimiento del PIB en el segundo trimestre, frente al 14,3% del trimestre anterior.

“Los obstáculos para la recuperación económica de la APEC persisten”, alerta la Unidad de Apoyo a la Política de la APEC, que destaca que una de las áreas que mayor atención necesita es el “impacto del encarecimiento de la financiación para las perspectivas de crecimiento”.

El objetivo de la reunión iniciada este lunes en el exclusivo balneario de Nusa Dua, en el sur de Bali, será “cómo recuperar la capacidad de crecer”, según el presidente Sebastián Piñera.

Y ello se conseguirá, sobre todo, alcanzando estabilidad financiera y macroeconómica, atrayendo inversiones y promoviendo el consumo interno, dicen los analistas.

Bali se ha blindado para este foro, que coincide con el 11 aniversario, esta semana de los atentados que mataron a 202 personas, la mayoría turistas extranjeros.