Con elementos que en su conjunto podrían haber generado una explosión fue detenido Alejandro Enrique San Martín Turres, un guardia de seguridad de la empresa Brinks que fue encontrado por un carabinero de franco de Futrono cuando robaba un cajero automático del Banco BCI, ubicado en calle Balmaceda en esa comuna.

El prefecto de Carabineros, comandante Juan Pablo Boeto, explicó que en poder del detenido se encontraron contenedores y un sistema de activación, faltándole solo una sustancia explosiva para destruir con ese mecanismo el cajero.

De acuerdo a la información entregada por fuentes policiales, dos días antes San Martín había cargado el cajero por orden de su empresa, aprovechando de dejar ahí abierta una de las puertas de seguridad del dispensador para cometer el robo.

El fiscal José Rivas explicó que esta preparación, junto con la calidad de guardia de la empresa de valores de San Martín, podrían complicar su panorama judicial.

La detención de San Martín se produjo porque un carabinero de franco iba pasando por el lugar y detectó olor a combustible, además de advertir que el hombre presentaba actitudes sospechosas. Según relató el comandante Boeto, el imputado incluso trató de coimear al policía para evitar su detención.

En el vehículo particular de San Martín, Carabineros encontró la totalidad de las bandejas del cajero automático, que mantenía una suma superior a los $50 millones.

El guardia de seguridad no ha querido declarar y se espera que durante este jueves sea formalizado.