Mucho se ha hablado sobre los engaños que utiliza la industria de la belleza para convertirnos en adoradores de cuerpos tan perfectos como imposibles de alcanzar, sobre todo cuando cuentan con la ayuda de la informática.

Sin embargo no es necesario ser un experto en edición digital para lucir cambios extraordinarios. De hecho, sólo se requieren 15 minutos y algunos accesorios económicos para dar la sensación de que hemos pasado todo el verano en el gimnasio.

Esto es lo que demostró una entrenadora personal australiana, dueña del gimnasio Melvfitness de Victoria, quien utilizó su cuenta de Instagram para ofrecer una asombrosa comparativa de ella misma, antes y después de aplicarse estos trucos.

MelVFitness

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“¿Quieren conocer mi secreto? Bueno, lo primero es deshacerse del estuche del teléfono porque esas cosas son muy ñoñas. Luego me cambié el calzón a uno negro simplemente porque es de una talla mayor y porque el color negro adelgaza. Entonces seguí con algo de crema para un bronceado falso, extensiones para el cabello, me paré derecha para verme más alta, eché el abdomen hacia adentro, incliné la cadera, saqué mi brazo para que se viera más delgado y adopté una pose amplia, echando los hombros hacia atrás y luciendo una sonrisa de satisfacción”, escribió la joven, quien no se identificó por su nombre.

“Para finalizar, usé el zoom del teléfono para acercar la foto del “antes” y para alejar la foto del “después”, añadiendo un filtro porque a todo lo que se le aplica un filtro luce espectacular. ¿Cuál es mi idea? No te desilusiones por lo que ves en las revistas y en Instagram. Nunca te mostrarán las docenas de fotos que tomaron y que no eran nada halagadoras. Photoshop puede hacer que un cerdo luzca tan seductor como Beyonce”, fue su conclusión.

Tras recibir una avalancha de comentarios y reacciones positivas a su publicación, la joven ahondó un poco más en el tema a través de su blog, mostrando en otra imagen el conjunto de cosas que usó para su transformación.

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“Mi mayor preocupación es (lo que la gente percibe al ver) fotos de “antes y después”. La mayoría de ellas aseguran haber ocurrido en un lapso de tiempo ridículamente corto. No es que los grandes cambios no se puedan lograr rápidamente (porque sí pueden y tengo algunas fotos de mis clientes que lo demuestran), pero creo que estas fotos de “logros en 2 semanas” crean falsas expectativas en la gente respecto de cuán rápido pueden alcanzar sus objetivos”, reflexionó.

Para apoyar su punto, la entrenadora hizo una confidencia aún más íntima: mostró una verdadera imagen de antes y después de ella misma, evidenciando los cambios que habían producido en ella 3 duros años de gimnasio.

La felicidad, sin embargo, no estaba necesariamente en el resultado final.

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“La primera de estas imágenes fue tomada en 2010 durante unas vacaciones familiares. Durante ese lapso subí unos 7 u 8 kilos porque tuve uno de los mejores momentos de mi vida. Fui a Las Vegas dos veces, probé todas las comidas, bebí casi todas las noches, salí de fiesta, comí postres y realmente lo pasé muy, muy bien. Y aunque recuerdo haberme sentido algo avergonzaba de cómo lucía mi cuerpo en esa foto, no me preocupaba mucho porque sabía que eventualmente volvería a bajar de peso”, expresó.

“La segunda foto fue tomada 3 años después, cuando me obsesioné con el acondicionamiento físico. Cambié completamente mis hábitos de vida, tomaba 8 clases a la semana, comencé una dieta estricta, me aislé socialmente, evité algunos restaurantes, dejé de beber durante los fines de semana e incluso evité ir a casa de mi abuela por la fantástica comida que cocinaba. Para cuando me tomé esa foto estaba agotada. Y sí, lucía espectacular en el exterior, pero por dentro era un desastre. Estaba cansada e irritable. Además dañé algunas de mis buenas amistades y terminé por odiar la persona en la que me había convertido”, confidenció.

Sin embargo la joven relata que logró encontrar un equilibrio más adelante, preocupándose de su bienestar físico pero sin hacer sacrificios sociales ni en su alimentación.

“Mi consejo para ti es que si quieres cambiar tu físico, lo hagas en pequeños pasos hacia tus objetivos. Deja de pretender resultados en una semana o en un mes. Haz cambios que sean sostenibles. Sé paciente y persistente. No dejes de salir con tus amigos, no lleves arroz y vegetales en tu mochila. Aprende sobre la comida, haz un plan realista y lo más importante de todo: disfruta el hacer ejercicio y vivir tu vida”, es su mensaje final.