Ventanales rotos y tres funcionarios heridos fueron las consecuencias del ataque que afectó este lunes al cuartel Borgoño de la Policía de Investigaciones, al término de una protesta por la muerte del comunero mapuche Rodrigo Melinao.

Según la versión entregada por el subprefecto Leonel Mardones, “cerca de 150 personas llegaron hasta el cuartel y 20 de ellas, de forma sorpresiva y violenta, intentaron ingresar al sector de guardia”, lo que fue repelido con el uso de escopetas antimotines.

El subprefecto Mardones negó que funcionarios policiales hayan disparado directo hacia el cuerpo de los manifestantes.

Sin embargo, esta versión fue desmentida por dos asistentes a la movilización. Se trata de un estudiante que pidió mantener su nombre en reserva y Mewlen Huencho, integrante de la comunidad mapuche de Santiago.

Mewlen Huencho fue una de las cinco personas detenidas por efectivos de la PDI. La mujer denunció ser víctima de malos tratos y agresiones al interior del cuartel Borgoño.

La Policía de Investigaciones declaró, además, que “no se usó otra munición distinta a las escopeta antimotines con balines de goma”, aunque indicó que “si se establece una situación puntual, se resolverá por mecanismos internos”.