La Corte de Casación italiana infligió este jueves un duro golpe al ex primer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi al confirmar en forma inapelable y por primera vez una condena de cárcel, que si bien no cumplirá, pone en peligro la estabilidad de la coalición de gobierno.

Los cinco magistrados del tribunal supremo rechazaron en cambio la sentencia de inhabilitación a ejercer cargos públicos durante cinco años y pidieron que el caso fuera de nuevo examinado por la justicia, con lo que evitaron decretar su muerte política.

Berlusconi, de 76 años, que había sido condenado en primera y segunda instancia a cuatro años de cárcel, reducidos a un año gracias a una amnistía, no deberá cumplir la condena en la cárcel por razones de edad.

‘Il Cavaliere’ fue condenado por fraude fiscal en la adquisición entre 2000 y 2003 de derechos televisivos para su imperio audiovisual, el grupo Mediaset.

Se trata de la primera condena definitiva para Berlusconi desde que éste se lanzó a la política, en 1994.

Si bien ha protagonizado numerosos líos judiciales, ‘Il Cavaliere’ siempre se había salvado gracias a prescripciones, despenalizaciones o suspensión de los procesos.

Silvio Berlusconi calificó el jueves de “condena sin base alguna” a la sentencia de la Corte de Casación que lo condena en forma definitiva a una pena de prisión por fraude fiscal.

“Esta condena no tiene base alguna y me privará de mi libertad y de mis derechos políticos (…) . Nosotros debemos continuar combatiendo, haciendo política, para realizar todas las reformas necesarias, en el primer plano de las cuales está la justicia”, afirmó el ex jefe de gobierno en un mensaje de video.

Berlusconi denunció “un verdadero ensañamiento judicial sin equivalente” en su contra.

“Debemos continuar combatiendo, haciendo política, para realizar todas las reformas necesarias, en primer lugar la de la justicia”, agregó, indicando que
“Volveremos a lanzar Forza Italia”, refiriéndose al partido político que fundó cuando entró a la vida política, en 1994.

La lectura de la sentencia fue pronunciada tras más de siete horas de deliberaciones a puerta cerrada.

Cientos de periodistas de todo el mundo esperaron durante horas bajo un sol ardiente frente al Palacio de Justicia, mientras Berlusconi se encuentra encerrado en su céntrica mansión privada de Roma junto con sus consejeros más cercanos.

Toda la zona alrededor de su residencia privada, el palacio Grazioli, ha sido cerrada a la circulación, incluso a los peatones, para evitar problemas de orden público.

Berlusconi fue condenado por aumentar artificialmente el precio de los derechos de difusión de filmes, comprados por sociedades pantalla de su propiedad y vendidos a Mediaset, un sistema que permitía al grupo reducir los beneficios en Italia y pagar menos impuestos. Se calcula que el fisco dejó de recibir unos 7 millones de euros.

Sus abogados intentaron el miércoles salvar a Berlusconi y demostrar que no era el responsable directo entonces de su imperio televisivo.

El ex primer ministro, actual senador, mantendrá su curul de parlamentario, pero su condición de condenado va a generar mucho nerviosismo y problemas en la clase política italiana, en un momento particular tras el pacto alcanzado en abril entre las dos mayores formaciones políticas, el Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi y el Partido Democrático (PD, izquierda) para sacar al país de la crisis económica y social que atraviesa tras unas elecciones ajustadas.

El primer ministro, Enrico Letta, dirigente del PD, la mayor fuerza de gobierno, deberá explicar a su electorado que gobierna con una persona condenada en forma definitiva por la justicia por fraude fiscal.

Por su parte, Berlusconi ha mantenido el silencio, mientras sus abogados tildaron de “injusta” la condena definitiva y anunciaron que recurrirán ante la justicia europea.

No se sabe si Il Cavaliere, que se ha enfrentado a más de 30 procesos penales en los últimos 30 años, deberá cumplir su condena en detención domiciliaria, si le asignarán trabajos sociales ni si deberá pedir permiso judicial para asistir a las sesiones del senado.

Para algunos observadores, la decisión de la corte, que garantiza a Berlusconi mantener su curul en el Senado, representa un compromiso para evitar el colapso político.

El presidente de la República, Giorgio Napolitano, instó por su parte a “la responsabilidad y a la serenidad” a la clase política de cara a las consecuencias de la decisión judicial.