El gobernador marítimo de Puerto Montt, comandante Claudio Figueroa Lizama, atribuyó a una mala información las denuncias hechas por la Federación de Sindicatos Marítimos del Sur respecto a la autorización de zarpes de embarcaciones que no estarían apegadas a las normativas de seguridad.

La autoridad marítima se refirió a los últimos dos casos que denunciaron los dirigentes de tripulantes, siendo el primer de ellos el de la motonave Cahuel, que zarpó desde Puerto Montt y regresó de sus faenas acuícolas en los fiordos de Las Guaitecas sin su bote auxiliar operativo.

El comandante Figueroa precisó que personal fiscalizador de la Comisión Local de Inspección de Naves pasó revista a dicha motonave el 13 de junio, notificando al capitán de la embarcación que debía realizar mejoras en el bote auxiliar para su rápido uso en caso de emergencias. Posteriormente el 25 de julio, tras una nueva inspección, se verificó que aún el bote no estaba operativo sin autorizar el zarpe, instrucción que el capitán de la nave no respetó.

Con relación a la denuncia sobre la motonave María Inés, que habría navegado en los últimos días desde Punta Arenas hasta Puerto Montt con un daño físico en su casco, el gobernador marítimo señaló que la Armada siempre estuvo en conocimiento de este caso.

Por lo mismo, señala con documentos en mano que se realizaron todas las inspecciones pertinentes de manera oportuna, instruyendo la realización de las respectivas reparaciones a la proa de la motonave bajo supervisión, autorizándose finalmente el zarpe tras verificarse las garantías de seguridad para una navegación segura.

Respecto a la crítica hecha por el director de Fesimar, Juan Carlos Arias, quien aseguró que la Armada “sucumbe” ente la presión de los dueños de las embarcaciones, el comandante Figueroa atribuyó los dichos a una mala información, subrayando que lo que prima en alta mar es la seguridad y no las consideraciones comerciales.

Finalizó la aclaración señalando que los primeros responsables en aplicar las medidas de seguridad exigidas en altamar son los propios capitanes de las embarcaciones, quienes además tienen por obligación dar aviso a la autoridad marítima ante la ocurrencia de cualquier irregularidad antes y durante un servicio de navegación.