Reclamando el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, la Red Chilena Contra La Violencia Hacia Las Mujeres convocó este jueves a una marcha por las principales calles de Santiago.

La movilización se inició en Plaza Italia a eso de las 19:00 horas, para desplazarse por la calzada sur de la Alameda hacia el Paseo Bulnes.

Al lugar llegaron unas tres mil personas, principalmente mujeres, denunciando “la hipocresía que permite que en Chile se realicen abortos en clínicas privadas o viajes al extranjero, al mismo tiempo que las mujeres pobres mueren por procedimientos insalubres y precarios”, según indicaron en un comunicado de prensa.

Sin embargo, Carabineros impidió el desplazamiento de los manifestantes por dicho recorrido, por lo que la marcha debió avanzar hacia el Parque Forestal hasta la explanada del Museo Bellas Artes.

Esta situación ha generado una importante congestión vehicular, en las horas de mayor tráfico automovilístico.

Esta marcha se replicó en otras ciudades como Arica, Iquique, Antofagasta, La Serena, Los Andes, Valparaíso, Concepción y Valdivia.

Además, se indicó que el próximo 2 de agosto se plegarán a las marchas que se realizarán en distintas ciudades del mundo, en apoyo a la demanda chilena. Dichas manifestaciones están programadas en Barcelona (España), Paris (Francia), Buenos Aires (Argentina) y Ciudad de México.

Según la organización que convocó la marcha, en nuestro país se registran más de 160 mil abortos de manera clandestina por año, asegurando que el Estado chileno niega el acceso a un aborto seguro y penaliza con cárcel a quien decide sobre su cuerpo.

MANIFESTANTES INTERRUMPEN MISA EN CATEDRAL DE SANTIAGO

La marcha estuvo marcada además por los cerca de 300 manifestantes que irrumpieron en la Catedral Metropolitana gritando consignas y destrozando mobiliario del lugar, mientras monseñor Ricardo Ezzati realizaba una eucaristía por el Apóstol Santiago, celebración en la que se encontraba presente, entre los invitados, la alcaldesa Carolina Tohá.

A eso de las 21:00 horas, y posterior a la marcha pacífica que miles de manifestantes realizaron con motivo de sensibilizar a la ciudadanaza por un aborto legal en Chile, cientos de éstos, que se encontraban en la Plaza de Armas de la capital, ingresaron violentamente al recinto católico para gritar consignas en contra de la iglesia y a favor del aborto, ocasión en la que también realizaron destrozos en el mobiliario, como lo fue en algunos asientos, un confesionario y rayaron con spray el altar del Arcángel San Miguel.

El obispo auxiliar de Santiago, Pedro Ossandón, dijo al respecto que “estábamos celebrando la eucaristía de la fiesta del Apóstol Santiago, por supuesto con la presencia de la alcaldesa (Carolina Tohá), y además agradeciendo a tantos católicos que hacen el servicio público en un ambiente de recogimiento y de paz, y de repente entraron los manifestantes, y la verdad es que nosotros estamos siempre por el diálogo, por el debate de altura, creemos en la razón que Dios nos ha regalado”.

“Así que invitamos a toda persona que se manifieste como quiera, pero que lo haga en un ambiente propio de un estado de derecho, de una democracia, respetándonos plenamente en la dignidad de las personas”, dijo, agregando el obispo auxiliar que lamentan lo ocurrido, y llamó a las personas que se manifestaron “a mantener un clima, sobre todo en este momento donde Chile está eligiendo candidatos a la presidencia y al Parlamento, que por favor tengamos cuidado con el estado de derecho”, afirmó.

Una vez que fueron desalojados por los guardias de la Catedral y de los mismos fieles que participaban de la eucaristía, Carabineros en las afueras dispersaba a los manifestantes que se encontraban en el exterior, llevándose detenidos a algunos de ellos.