Los presidentes Nicolás Maduro (Venezuela) y Juan Manuel Santos (Colombia) se reunirán el próximo 22 de julio para zanjar la crisis diplomática desatada cuando el mandatario colombiano recibió en mayo al líder opositor venezolano Henrique Capriles.

Santos anunció, en su cuenta de Twitter, el encuentro en un lugar de la frontera entre ambos países, para hacer una “revisión completa del estado de las relaciones bilaterales”, y unos minutos después lo confirmó Maduro en un acto en Caracas.

“Vamos a conversar con el presidente Santos y restablecer las reglas de juego, las reglas de las relaciones en base al respeto para la prosperidad de nuestros dos pueblos”, destacó el mandatario venezolano.

Maduro precisó que se trata de una “reunión de trabajo” a la que asistirá “con la mejor buena fe y voluntad”. “Con la voluntad chavista del amor por Colombia”, agregó.

“¿Cuál es el objetivo? La prosperidad del pueblo de Colombia y el pueblo de Venezuela, que al final somos un solo pueblo”, aseveró el presidente, quien dijo haber acordado la cita el lunes con un enviado de Bogotá.

El anuncio de la reunión sigue a semanas de tensión entre los dos países, luego de que Santos se reunió con el opositor venezolano en una audiencia privada el 29 de mayo en la Casa de Nariño, sede de la Presidencia colombiana.

Capriles, gobernador de Miranda, desconoce los resultados de las elecciones presidenciales de abril, en las que perdió ante Maduro por una estrecha diferencia de 1,49 puntos porcentuales.

PUÑALADA POR LA ESPALDA

Durante su visita a Colombia, el líder opositor pidió una auditoría exhaustiva de los resultados de esos comicios, que ha impugnado tras denunciar irregularidades.

El encuentro provocó el enojo de Maduro, quien acusó a Santos de “romper las reglas del juego”, meter “una puñalada a Venezuela por la espalda” y prestarse “a lavarle la cara a la conspiración” contra la estabilidad de su país.

Caracas incluso dijo que revaluaría su papel como acompañante del proceso de paz que el gobierno de Santos adelanta desde noviembre de 2012 con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Cuba.

En ese momento, Capriles calificó de “chantaje” esa posición de Venezuela. Sin embargo, el gobierno venezolano resolvió finalmente seguir con su apoyo al proceso de paz.

“Nosotros creemos en la convivencia de hermanos, en la coexistencia pacífica”, destacó este martes el gobernante venezolano, y precisó que la lucha conjunta contra el contrabando en la frontera será uno de los temas de la reunión.

La canciller colombiana María Angela Holguín había declarado el lunes que la relación de los dos países se encontraba “un poco fría, pero en conversaciones”, luego del impasse.

El gobierno venezolano sostiene que líderes de la oposición venezolana fraguan desde Colombia una “conspiración” en su contra. En las últimas semanas, varios dirigentes opositores han viajado a algunos países de la región para exponer su versión de la crisis postelectoral en Venezuela.

Siguiendo su estrategia, Capriles, que acusa a Caracas de “cómplice” de grupos armados colombianos, en referencia a la guerrilla colombiana, anunció este martes que esta semana visitará Chile y Perú.

“Vamos a llevar nuestra voz”, anunció el opositor en un diálogo con periodistas en su programa semanal por internet.

Colombia y Venezuela ya vivieron períodos de rupturas diplomáticas durante los gobiernos del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010) y el fallecido Hugo Chávez, y reanudaron sus nexos en agosto de 2010, con la llegada al poder de Santos.