El domingo recién pasado, el diario estadounidense New York Post publicó el testimonio de una nana chilena que acusaba a sus ex patrones, una pareja de socialités chilenos residentes en Nueva York, de haberla mantenido como una esclava en la nación norteamericana.

El relato, que causó revuelo tanto en nuestro país como en Estados Unidos, daba cuenta que la asesora del hogar, Felicitas del Carmen Villanueva Garnica, había vivido una pesadilla en la casa de los diseñadores Malu Custer Edwards y Micky Hurley, a quienes conoció en Chile para más tarde acompañarlos a la Gran Manzana. La trabajadora acusó golpes, insultos, encierro, y hasta privación de medicinas.

Según nuevos antecedentes revelados por The Clinic Online, Custer Edwards es hija de Felipe Antonio Custer e Isabel Edwards, ésta última hija del dueño de El Mercurio, Agustín Edwards Eastman.

De hecho, señalan que el 6 de diciembre de 2003, Edwards Eastman, comunicó el matrimonio de su nieta Malú con Michael Hurley Muñoz-Fontaine, a través de su diario.

Asimismo, The Clinic asegura que no es el primer escándalo que enfrenta la familia, pues a fines de la década de los ’50, se acusó al propietario de El Mercurio de encerrar en una clínica en Londres a su hermana Sonia, otrora militante del MIR, quien había quedado embarazada estando soltera. Además, afirman que se entregó al bebé en adopción, pero que años más tarde, la mujer logró recuperarlo.

Ahora, Custer Edwards y Hurley niegan las denuncias de su nana, pero lo cierto es que el Departamento de Trabajo de Nueva York ordenó a la pareja en 2011, pagar a Villanueva $6.302 dólares (más de 3,1 millones de pesos) por salarios atrasados.