El papa Francisco llamó este domingo a miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para la jornada del “Evangelio de la Vida” a no dejarse guiar por “ideologías y lógicas que ponen obstáculos a la vida” y que “no la respetan”.

En una homilía en la que muchos esperaban referencias específicas a temas candentes como el aborto, la eutanasia, la bioética o las manipulaciones genéticas, el Papa se refirió en cambio a las ideologías y lógicas “dictadas por el egoísmo, el propio interés, el lucro, el poder y el placer y no por el amor y la búsqueda del bien del otro”.

Desde el altar colocado en la escalinata de la basílica de San Pedro, Francisco dijo además que el resultado de esas lógicas es que “el Dios vivo es sustituido por ídolos humanos y pasajeros que ofrecen un embriagador momento de libertad pero que al final son portadores de nuevas formas de esclavitud y de muerte”.

El “cristiano es un hombre espiritual y esto no significa que viva ‘en las nubes’, fuera de la realidad como si fuera un fantasma” sino que “es una persona que actúa en la vida cotidiana según Dios”, dijo.

“Digamos sí al amor y no al egoísmo, digamos sí a la vida y no a la muerte, digamos sí a la libertad y no a la esclavitud de tantos ídolos de nuestro tiempo, en una palabra, digamos sí a Dios que es amor, vida, libertad y nunca defrauda”, concluyó.

El papa argentino había hecho una referencia al aborto a mediados de mayo, durante una marcha de grupos y organizaciones en defensa de la vida, pidiendo que “se garantice la protección jurídica del embrión” de manera que se “proteja al ser humano desde el primer instante de su existencia”.

Rompiendo una vez más con el protocolo de los encuentros en la plaza de San Pedro, Francisco recorrió en papamóvil la Via de la Conciliazione, la gran avenida que une el río Tiber con la Plaza de San Pedro.

Y como es su costumbre, hizo detener al papamóvil decenas de veces para besar y abrazar a los niños que le acercaban los guardias de su seguridad.

Según los servicios de prensa del Vaticano, cerca de 100.000 fieles llegaron a la plaza de San Pedro el domingo, con delegaciones de toda Italia y de países como Costa Rica, México, Argentina y Colombia, entre otras.

Al concluir la oración del Ángelus -que realiza cada domingo- y la misa, el pontífice saludó a los motociclistas del encuentro europeo Harley Davison que desde hace algunos días ocupan Roma y estaban en la plaza. También saludo a la organización argentina “Grávida” que en este momento, explicó, está reunida en la ciudad argentina de Pilar. “Gracias por lo que hacen. Coraje, vayan adelante”, les dijo.