En el Parque Nacional de Monte Kaputar en Australia ocurre una situación que llama poderosamente la atención.

Esto porque los asistentes no se asombran de los leones, tigres u otros animales que destacan en la gran mayoría de los zoológicos del mundo por su fuerza o tamaño, consignó Yahoo.

Por el contrario, allá la especie que se roba la atracción de los visitantes sólo mide unos 20 centímetros… la babosa fosforescente.

Si bien su “encendido” color rosado invita de inmediato a las miradas de quienes llegan hasta el parque, la curiosa historia que precede a la Triboniophorus graeffei potencia su imagen.

Resulta que hace miles de años el volcán del Monte Kaputar entró en erupción afectando el ecosistema, lo que generó que muchas especies desaparecieran y que otras, como pasó con la babosa rosada, se pegaran a las laderas para sobrevivir y crear su propia población.

Es por lo mismo que ésta se encuentra solamente en el Kaputar en el mundo, donde pese a que son fáciles de localizar por su aspecto ningún animal se alimenta de ellas por su amargo sabor.

NSW National Parks and Wildlife Service | Yahoo

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