Los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la Unión Europea (UE) acordaron la noche del lunes en Bruselas levantar el embargo de armas para los rebeldes sirios, aunque mantuvieron el conjunto de sanciones adoptadas hace dos años contra el régimen de Bashar al Asad, anuncio el canciller británico, William Hague.

La decisión va en el sentido deseado por Gran Bretaña y Francia, los dos únicos países de la UE que llevaban meses reclamando la posibilidad de proporcionar armas a las fuerzas d ela oposición moderada.

“Esta noche, la UE ha decidido poner término del embargo de armas para la oposición siria y mantenar las otras sanciones contra el régimen sirio”, declaró el canciller británico, William Hague, al término de la reunión, bien entrada la noche. “Es el resultado que deseaba Gran Bretaña”.

Es “la buena decisión” porque “manda un mensaje muy fuerte de Europa al régimen de Asad”.

Hague afirmó sin embargo que Gran Bretaña no prevé “de inmediato” suministrar armas a los rebeldes sirios. La suspensión del embargo “nos da la posibilidad de hacerlo si se sigue deteriorando la situación”, declaró.

Esta decisión fue adoptada al fin de una reunión de más de 12 horas en Bruselas, bastante más larga de lo previsto por las “discusiones difíciles” entre ministros, según fuentes diplomáticas. Varios países, como Austria o la República Checa, se oponían con gran firmeza a una suspensión del embargo.

Catherine Ashton, la titular de la diplomacia de la UE, subrayó que el suministro de armas está “destinado a la protección de los civiles” y sometido a cierto número de condiciones, sobre todo en términos de controles sobre sus destinatarios, con el fin de impedir que caigan en manos de grupos radicales.

La UE “volverá a examinar su posición antes del 1 de agosto”, a la luz sobre todo de los resultados de la conferencia Ginebra 2 iniciada por Estados Unidos y Rusia

El resto de sanciones, que apuntan contra personalidades y entidades del régimen y comprenden también una serie de medidas comerciales y financieras, fueron prolongadas doce meses, precisó Ashton.